Pollo al Ajillo Tradicional

Cada vez que preparo este Pollo al Ajillo Tradicional, me recuerda a los domingos en familia. ¡El aroma me transporta a esos momentos! Recuerdo a mi madre en la cocina, riendo y cantando mientras se aseguraba de que cada pieza de pollo estuviera perfectamente dorada. Era un festín que reunía a todos alrededor de la mesa, con cada plato cargado de amor y sabor. Estoy segura de que, cuando lo prepares, sentirás la misma calidez y confort que yo siento cada vez que lo hago. Este platillo no solo es una receta; es un pedazo de mi historia familiar, y me emociona compartirlo contigo.

Cómo preparar Pollo al Ajillo Tradicional

Ingredientes:

  • 1 pollo entero cortado en trozos o muslos y contramuslos (aproximadamente 1.5 kg): Este es el protagonista de nuestra receta. El pollo entero tiene un sabor más rico y jugoso.
  • 8 dientes de ajo picados: El ajo es fundamental para dar ese sabor característico que hace que este plato brille.
  • 1/2 taza de aceite de oliva virgen extra: El aceite de oliva le dará un toque saludable y un sabor exquisito.
  • 1/2 taza de caldo de pollo: Esto ayuda a mantener la carne jugosa y le aporta aún más sabor.
  • Sal al gusto: La sal es esencial para resaltar todos los sabores de los demás ingredientes.
  • Pimienta negra al gusto: Un poco de pimienta siempre agrega esa chispa que hace que los sabores se resalten.
  • Perejil fresco picado para decorar (opcional): Un toque final que brinda frescura y color al plato.

Nota personal: A mí me encanta agregar hierbas frescas como romero, ¡le da un aroma y sabor increíble al plato!

Pasos para la preparación

  1. Calentar el aceite de oliva.
    Comienza calentando el aceite de oliva en una sartén grande o cazuela a fuego medio-alto. Esta parte es clave; quieres que el aceite esté bien caliente para dorar el pollo.

  2. Preparar el pollo.
    Salpimienta los trozos de pollo por ambos lados. Esto ayuda a que el sabor se adhiera a la carne.

  3. Dorar el pollo.
    Una vez que el aceite esté caliente, añade los trozos de pollo. Dóralos por todos lados, aproximadamente 8-10 minutos. Retira el pollo de la sartén y reserva. ¡Este paso es donde empieza a oler delicioso!

  4. Cocinar el ajo.
    En la misma sartén, agrega los ajos picados y cocínalos hasta que estén dorados y fragantes, aproximadamente 2-3 minutos. No te alejes, ya que el ajo puede quemarse rápido.

  5. Regresar el pollo.
    Regresa el pollo a la sartén con los ajos dorados. Aquí es donde todos los sabores comienzan a unirse.

  6. Añadir el caldo de pollo.
    Vierte el caldo de pollo sobre el pollo y los ajos. Esto le dará un sabor increíble y ayudará a mantener el pollo jugoso.

  7. Cocinar a fuego medio-bajo.
    Reduce el fuego a medio-bajo y cocina el pollo en la salsa de caldo durante unos 20-25 minutos, o hasta que esté bien cocido y tierno. Asegúrate de que la salsa se reduzca y espese un poco; eso es lo que marcará la diferencia.

  8. Reposar antes de servir.
    Una vez que el pollo esté listo, retira la sartén del fuego y deja reposar unos minutos antes de servir. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan.

  9. Decorar y servir.
    Opcionalmente, decora el plato con perejil fresco picado antes de servir. ¡Y listo! Tienes un Pollo al Ajillo Tradicional digno de una comida en familia.

Inspírate con esta otra receta: Pollo a la Olla de la Abuela

Por qué me encanta preparar Pollo al Ajillo Tradicional 

Para mí, el Pollo al Ajillo Tradicional no es solo una comida; es un símbolo de amor y unión familiar. Cada bocado me transporta a la cocina de mi madre, donde la risa y el sabor se entrelazaban en cada plato. Me encanta la sencillez de sus ingredientes y cómo, con un poco de amor y paciencia, se transforma en un festín que todos disfrutan. Es perfecto para ocasiones especiales, pero también para esos días en que solo deseas un abrazo cálido en forma de comida.

Qué necesitarás

Para preparar esta receta, necesitarás una sartén grande o cazuela, un cuchillo afilado para cortar el pollo y una tabla para picar. Si tienes termómetro de cocina, te puede ayudar a verificar que el pollo esté completamente cocido, aunque los tiempos de cocción suelen ser bastante fiables.

Consejos para mejores resultados

  • Si deseas una piel más crujiente, asegúrate de que el aceite esté bien caliente cuando agregues el pollo. Si el aceite no está caliente, el pollo se cocinará en lugar de dorarse.
  • Para una carne más jugosa, no dudes en utilizar el pollo con hueso. Esta variedad tiene mucho más sabor y resulta increíblemente tierno.
  • Prueba añadir un toque de vino blanco al caldo; eso le dará un sabor adicional que te sorprenderá.

Sugerencias para servir el Pollo al Ajillo Tradicional

El Pollo al Ajillo Tradicional se puede acompañar de arroz blanco o papas al horno para un plato completo y satisfactorio. También me gusta añadir una ensalada fresca con vegetales de temporada para equilibrar el plato. Una salsa de ajo, o incluso un chimichurri, puede complementar perfectamente el pollo, añadiendo un sabor fresco y vibrante.

Qué hacer con las sobras

Sé que a veces puede parecer que hay demasiadas sobras, pero créeme, el Pollo al Ajillo es aún más delicioso al día siguiente. Puedes almacenarlas en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta tres días. Cuando lo recalientes, me gusta usar el horno para que la piel no se humedezca; ¡es como disfrutarlo recién hecho!

Preguntas Frecuentes

¿Puedo usar pollo sin hueso?
Puedes hacerlo, pero créeme, la versión con hueso tiene mucho más sabor. He probado ambas, ¡y la carne con hueso siempre es más jugosa!

¿Puedo preparar esta receta con anticipación?
Claro que sí. Puedes cocinar el pollo el día anterior y simplemente calentarlo antes de servir. Recuerda agregar un poco de caldo o agua al recalentarlo para que no se seque.

¿Este plato es amigable para dietas?
Sí, este platillo es bastante versátil. Puedes ajustar la cantidad de aceite de oliva y utilizar pollo sin piel si buscas una opción más ligera.

Conclusión del Pollo al Ajillo Tradicional

Este Pollo al Ajillo Tradicional se ha convertido en un favorito en mi casa, y estoy emocionada de que lo pruebes. Cada bocado te llevará a esos momentos de amor y calidez familiar que todos buscamos en una buena comida. Estoy segura de que te encantará tanto como a mí. ¡Cuéntame cómo te quedó y si tu familia pide repetir, como sucede en mi caso cada vez! Con amor y un poco de paciencia, crearás un platillo que no solo alimentarás cuerpos, sino que también nutrirá el alma. ¡Disfruta de cada momento en la cocina y, sobre todo, del tiempo en la mesa con tus seres queridos!

Deja un comentario