¡Hola, querida comunidad! Hoy quiero compartir contigo una receta que me llena el corazón de recuerdos cálidos y sabores del pasado: Pollo a la Olla de la Abuela. Cada vez que pongo manos a la obra en la cocina y empiezo a preparar este platillo, me transporto a aquellos domingos familiares en los que nos reuníamos alrededor de la mesa, esperando con ansias el delicioso aroma que inundaba la casa. Recuerdo a mi abuela, con su voz suave y su sonrisa sincera, explicando cada paso y dándonos consejos como si fueran secretos invaluables. ¡Qué tiempos tan hermosos!
Estoy segura de que, cuando prepares esta receta, sentirás la misma calidez y confort que yo experimentaba. El Pollo a la Olla es más que un simple platillo; es una expresión de amor, una forma de mantener vivas las tradiciones y de crear momentos especiales con quienes amas. Así que, ¡manos a la obra!
Cómo preparar Pollo a la Olla de la Abuela
Ingredientes:
Para que el Pollo a la Olla tenga ese sabor auténtico que lo caracteriza, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1 kg de pollo (con hígado incluido): El pollo es la estrella de este platillo. Al usar el hígado, le agregas un sabor intenso que encantará a todos.
- 3 dientes de ajo: El ajo añade un toque aromático y sabroso que elevan el platillo.
- 1 cebolla: La cebolla, al cocinarse, se carameliza y aporta dulzura.
- 1 hoja de laurel: Te recomiendo usarla para dar un matiz especial, un pequeño truco para un gran sabor.
- Un puñado de almendras: Las almendras no solo enriquecen el sabor, sino que también aportan textura.
- Perejil fresco: Necesitarás un poco para la salsa, pero también puedes usarlo al final como decoración.
- 300 ml de vino blanco: El vino ayuda a resaltar todos los sabores.
- 300 ml de agua: Para cocer el pollo a la perfección.
- Sal y pimienta: Esenciales para sazón, ajusta a tu gusto.
- Aceite de oliva virgen extra: Este es el aceite que elegimos por su calidad y sabor.
Nota personal: A mí me encanta agregar hierbas frescas como romero, ¡le da un aroma y sabor increíble al plato!
Pasos para la preparación:
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Sazona el pollo: Comienza sazonando el pollo crudo, incluyendo el hígado, con sal y pimienta. Este primer paso es fundamental, ya que la sazón básica es lo que hará que el Pollo a la Olla sea memorable.
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Saltea el hígado y las almendras: En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva y saltea las almendras junto con el hígado. Cuando estén bien dorados, retíralos y resérvalos. ¡El aroma es asombroso!
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Dora el pollo: En la misma sartén, cocina el pollo hasta que esté dorado por todos lados. Hazlo a fuego medio-alto para que se selle bien. Luego, resérvalo.
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Saltea la cebolla y el ajo: Ahora es el turno de la cebolla picada y los ajos. En la misma sartén, saltea hasta que estén transparentes. Este es el momento en que la cocina empieza a oler divino.
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Prepara la salsa: Con una batidora de mano (o en una licuadora), mezcla las almendras que reservaste, el hígado, un poco de perejil, agua y una pizca de sal hasta obtener una salsa cremosa. ¡Te va a encantar!
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Vuelve a mezclar: Regresa el pollo a la sartén y vierte el vino blanco. No olvides raspar el fondo de la sartén para incorporar todos esos saborcitos que se han quedado pegados.
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Agrega el agua y la hoja de laurel: Ahora agrega el agua, la hoja de laurel y esa deliciosa salsa que preparaste. Esto va a añadir una dimensión de sabor que es simplemente irresistible.
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Cocina a fuego lento: Cocina todo a fuego lento durante al menos una hora. Es importante que voltees el pollo a la mitad del tiempo de cocción. Te aseguro que el resultado será una carne tierna y llena de sabor.
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Por qué me encanta preparar el Pollo a la Olla de la Abuela
Cada vez que cocino Pollo a la Olla de la Abuela, siento que estoy honrando la memoria de mi abuela. No solo es una receta rica y reconfortante, sino que también es un vínculo con mi infancia, con esos días en que la familia se reunía y compartía risas y anécdotas. La cocina se ha convertido en un lugar sagrado para mí, un refugio donde se crean los recuerdos más bellos. Y lo mejor es que cada bocado de este platillo lleva consigo un pedacito de historia familiar.
Qué necesitarás
Unas herramientas sencillas son clave para preparar este delicioso Pollo a la Olla:
- Sartén grande
- Batidora de mano (o licuadora)
- Cuchillo afilado
- Tabla de cortar
Guía paso a paso
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Precalienta la sartén: Comienza calentando la sartén a fuego medio. Es esencial, ya que esto asegurará que todos los ingredientes se cocinen uniformemente.
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Sazona el pollo: Mientras se calienta la sartén, sazona el pollo con sal y pimienta.
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Saltea: Calienta el aceite en la sartén y añade las almendras y el hígado, salteando hasta que estén dorados.
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Dorar el pollo: Incorpora el pollo a la sartén y dora por todos lados.
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Cocina cebolla y ajo: Añade cebolla y ajo al sartén y saltea hasta que estén fragantes.
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Mezcla la salsa: Procesa las almendras, hígado, perejil y agua para hacer la salsa.
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Combina: Devuelve el pollo a la sartén, añade el vino y mezcla.
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Agrega líquido: Añade agua y la hoja de laurel, y mezcla bien.
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Cocción lenta: Cocina a fuego lento por al menos una hora, asegurándote de voltear el pollo a la mitad.
Consejos para mejores resultados
- Para una piel más crujiente, trata de secar bien el pollo antes de cocinarlo. Esto ayudará a que la piel se dore mejor.
- No tengas miedo de jugar con las especias. Una pizca de pimentón o unas hojas de tomillo pueden cambiar el perfil del platillo.
- Si tienes tiempo, deja marinar el pollo en sal y pimienta un par de horas antes. Así, los sabores se integrarán aún más.
Sugerencias para servir
Este plato va de maravilla con una guarnición de arroz blanco o puré de papas. Además, un poco de ensalada fresca con aderezo ligero complementará perfectamente la riqueza del pollo. Y nunca olvides el pan; es ideal para absorber esa deliciosa salsa.
Qué hacer con las sobras del Pollo a la Olla de la Abuela
Si te sobra, ¡te aconsejo que no lo tires! Puedes almacenar las sobras en un recipiente hermético en tu refrigerador. Para recalentar, lo mejor es usar el horno a baja temperatura. Así, el pollo no perderá su textura y quedará como si estuviera recién hecho. ¡Me encanta calentar las sobras en el horno para que no pierdan textura!
Preguntas Frecuentes
¿Puedo usar pollo sin hueso?
Sí, puedes hacerlo, pero te recomiendo que uses pollo con hueso. Créeme, la versión con hueso tiene mucho más sabor. He probado ambas, ¡y la carne con hueso siempre es más jugosa!
¿Es necesario el hígado?
Aunque puedes omitirlo, el hígado añade mucha profundidad al sabor. Si decides no usarlo, considera agregar más almendras para compensar.
¿Qué tipo de vino es mejor?
Cualquier vino blanco seco funcionará bien. Yo, personalmente, uso un vino que me gusta beber, así el sabor será el adecuado.
Conclusión del Pollo a la Olla de la Abuela
Este Pollo a la Olla de la Abuela no solo es un banquete para el paladar; es una forma de conectar con nuestras raíces y de seguir creando recuerdos en la cocina. Estoy emocionada de que tengas la oportunidad de probar esta receta tan especial para mí. Estoy segura de que le encantarás a tu familia tanto como a la mía. Deja que esa calidez llene tu hogar, y no dudes en contarme cómo te quedó y si tus seres queridos te piden repetir, ¡como sucede siempre en mi casa! ¡Feliz cocina!