Crema de calabacín

Crema de calabacín es ese plato que preparo cuando el día se pone largo y ni ganas me quedan de pensar en cenas pesadas. Es perfecta si quieres algo fácil, ligero, y sí, sabroso — (Ups, lo dije en voz alta). Si alguna vez te pasó que abriste el refri y viste unos calabacines solitos ahí tristes, no dudes: esta crema te va a salvar. Además va genial si te gusta alternar entre sopas cremosas, tipo la crema de brócoli o si buscas algo diferente a la clásica crema de arroz. Oye, y no es broma: cada vez que la hago, mis amigos me preguntan (en serio, no uno ni dos) cómo rayos la dejo tan buena.

Crema de calabacín

Qué es, de dónde es y cómo se come típicamente

La crema de calabacín es una receta clásica que se encuentra en muchas casas de España, aunque la verdad es que hoy en día la gente la prepara en todas partes. Tiene ese toque humilde (en serio, casi de pueblo), pero también lo puedes servir como si fuera de cinco estrellas si la presentas bonita. No necesitas ingredientes raros, solo calabacines, una papita, una cebolla y poco más. Es común comerla como primer plato en la comida, o como algo ligero para cenar. Te tenías que ver la cara de sorpresa de mi abuela la primera vez que la hice y no le puse nata, casi me corre de la cocina, pero luego… se la terminó enterita.

Crema de calabacín

Proceso para preparar crema de calabacín

Preparar la crema de calabacín no tiene misterio, de verdad. Primero, limpias y cortas los calabacines y lo demás — papa, cebolla, ajo si te apetece — y todo va a una olla con un poco de aceite. Sofríes un poco, cubres con agua o caldo (personalmente, el caldo de verduras le da más punch) y dejas que todo se ablande bien. Luego, batidora de mano o licuadora, y listo. En menos de media hora tienes un plato calentito y reconfortante, encima fácil de digerir. Si quieres darle un toque especial, un poco de queso crema o yogur al final (esto es opcional, pero levanta el sabor de una manera casi mágica). Nada de complicarse la vida.

Cómo Preparar crema de calabacín

Ingredientes:

  1. 2 calabacines medianos
  2. 1 patata (mediana o pequeña)
  3. 1 cebolla
  4. 1 diente de ajo (opcional, pero buenazo)
  5. 500 ml de caldo de verduras o agua
  6. 2 cucharadas de aceite de oliva
  7. Sal y pimienta al gusto
  8. Opcional: queso crema o yogur natural para darle cremosidad extra

Cómo preparar crema de calabacín:

  1. Lava y corta los calabacines en trozos (ni muy grandes ni muy chicos, más práctico).
  2. Pela y pica la patata y la cebolla (si te da pereza, grosero todo, sale igual de bueno).
  3. Sofríe la cebolla y el ajo con el aceite de oliva en una olla grande, unos 3-4 minutos.
  4. Añade los calabacines y la patata. Da unas vueltas, que se impregnen del sofrito.
  5. Agrega el caldo de verduras y deja cocinar a fuego medio unos 15 minutos hasta que todo esté blandito.
  6. Tritura con batidora o licuadora hasta que quede una crema suave.
  7. Pon sal y pimienta a tu gusto. Si quieres, un poco de queso crema o un chorrito de yogur. Mezcla.
  8. Sirve bien caliente. Decorar (si eres fancy) con un chorrito de aceite o semillas.

Sustituciones Posibles crema de calabacín

¿No tienes calabacín? Tranqui, usa calabaza o brócoli y casi ni se nota la diferencia, aunque el sabor tira un poco a otro lado. Si te falta patata, pon zanahoria, incluso boniato. El caldo puede ser de pollo si te gusta más sabroso. En vez de queso crema puedes usar nata líquida, leche evaporada o el ingrediente misterioso que se te quede en la nevera. Si eres vegano, todo fácil: omite los lácteos y listo, quedará cremosa igual.

Utensilios Necesarios

  1. Olla grande (si tienes antiadherente, mejor)
  2. Batidora de mano o licuadora
  3. Tabla de cortar
  4. Cuchillo afilado
  5. Cuchara de madera o espátula

Consejos para mejores resultados

No dejes que las prisas te ganen, dale su tiempo al sofrito porque ahí está la clave del sabor. Si tienes hierbas frescas, como perejil o albahaca, agrégalas al servir, lógico. No abuses de la sal, el sabor del calabacín necesita espacio para brillar. Si haces mucha cantidad, se guarda muy bien y no pierde textura al recalentar. Si quieres probar algo distinto, mira esta crema de calabaza y zanahoria, va en la misma onda pero con un twist.

Con qué acompañar crema de calabacín

Aquí algunas ideas fáciles (y honestas) para que no te aburras:

  1. Unas rebanadas de pan tostadito con aceite de oliva.
  2. Queso rallado o semillas por encima, le da un toque especial.
  3. Un poco de jamón serrano crujiente si tienes en la nevera.
  4. Una cucharadita de pesto, para cambiar el perfil de sabor.

Sugerencias para servir y presentar el platillo

No te compliques la vida. Sirve la crema de calabacín en un bol bonito, un chorro de aceite de oliva por encima, y si estás de humor, algo verde tipo cebollino picado o perejil. Si quieres lucirte, acomoda unos picos de pan al lado. Es un plato perfecto para noches tranquilas, cenas de amigos o como entrante elegante (sí, yo también he presumido la mía en reuniones).

Consejos de Almacenamiento

Esta crema de calabacín aguanta bien en la nevera, y hasta mejora el sabor después de un día (a veces pierdo la cuenta de los días y sigue sabiendo bien, solo revisa el olorcillo). Guárdala en un recipiente hermético y listo. Si la quieres recalentar, hazlo a fuego suave para que no hierva, así mantiene la textura original.

Variaciones de crema de calabacín 

Si en tu casa hay más verduras sueltas, échalas a la olla y experimenta, a veces las mezclas más raras terminan buenísimas. Puedes poner guisantes, espárragos o zanahorias. Para una versión baja en calorías, olvida el queso y usa solo especias. ¿Te sobra menta fresca? Le da un puntazo súper fresco a la crema de calabacín.

Atrévete a preparar esta crema sencilla

Ya lo viste: preparar crema de calabacín es rápido, barato y da ese calorcito de hogar sin demasiado esfuerzo. Puedes personalizarla tanto como quieras y siempre termina funcionando. Si quieres explorar más opciones de cenas ligeras, mira la crema de calabacín, una receta ideal para una cena saludable o la crema de calabacín. Receta de cena sana perfecta, que dan ideas para variar el menú sin caer en lo de siempre. Que no te intimide: ponte el delantal y cuéntame cómo te va. Aquí seguimos probando, año tras año.

¿Cómo acompañar la crema de calabacín?

Puedes acompañarla con crutones, un chorrito de aceite de oliva, semillas tostadas o un poco de queso rallado. También va muy bien con una tostada o un trozo de pan integral.

¿Qué nos aporta la crema de calabacín?

Es una crema ligera, rica en fibra, vitaminas como la C y minerales como el potasio. Además, es baja en calorías, por lo que es ideal para una comida saludable.

¿Qué especia le va bien a la crema de calabacín?

Le van muy bien especias suaves como la nuez moscada, el comino o un toque de curry. También puedes usar hierbas como el tomillo o el orégano para darle un sabor especial.

¿Qué lleva la crema de calabacín?

La crema de calabacín suele llevar calabacines, cebolla, ajo, papa (opcional), aceite de oliva, sal, pimienta y agua o caldo de verduras. A veces se le añade un poco de crema o queso para darle más sabor.

Crema de Calabacín

Una deliciosa y sencilla crema de calabacín, perfecta para una cena ligera o como entrante elegante.
Tiempo de preparación 10 minutos
Tiempo de cocción 15 minutos
Tiempo Total 25 minutos
Raciones: 4 servings
Plato: Entrante, Sopa
Cocina: Española
Calorías: 180

Ingredientes
  

Ingredientes Principales
  • 2 unidad calabacines medianos
  • 1 unidad patata (mediana o pequeña)
  • 1 unidad cebolla
  • 1 diente ajo opcional
Líquidos y Aceites
  • 500 ml caldo de verduras o agua
  • 2 cucharadas aceite de oliva
Especias
  • Sal y pimienta al gusto
Opcionales
  • queso crema o yogur natural para darle cremosidad extra

Method
 

Preparación
  1. Lava y corta los calabacines en trozos (ni muy grandes ni muy chicos, más práctico).
  2. Pela y pica la patata y la cebolla.
  3. Sofríe la cebolla y el ajo con el aceite de oliva en una olla grande, unos 3-4 minutos.
  4. Añade los calabacines y la patata. Da unas vueltas, que se impregnen del sofrito.
  5. Agrega el caldo de verduras y deja cocinar a fuego medio unos 15 minutos hasta que todo esté blandito.
  6. Tritura con batidora o licuadora hasta que quede una crema suave.
  7. Pon sal y pimienta a tu gusto. Si quieres, un poco de queso crema o un chorrito de yogur. Mezcla.
  8. Sirve bien caliente. Decorar con un chorrito de aceite o semillas si deseas.

Notas

Esta crema aguanta bien en la nevera y mejora su sabor después de un día. Puedes congelar bien en porciones, solo asegúrate de dejarla enfriar antes.

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