Las rosquillas de anís de la abuela son un clásico de la repostería tradicional española. Estas deliciosas rosquillas, crujientes por fuera y suaves por dentro, son perfectas para acompañar un café o un té. Su aroma y sabor a anís las hacen irresistibles y evocan recuerdos de la cocina de nuestras abuelas. A continuación, te presentamos la receta detallada para que puedas prepararlas en casa y disfrutar de su auténtico sabor.
Razones para hacer Rosquillas de Anís de la Abuela
Preparar rosquillas de anís en casa es una excelente manera de revivir y mantener viva la tradición culinaria familiar. Además, al hacerlas tú mismo, puedes asegurarte de utilizar ingredientes de alta calidad y disfrutar de un postre más saludable y natural que las versiones comerciales. Las rosquillas de anís son ideales para cualquier ocasión, ya sea una reunión familiar, un desayuno especial o simplemente para disfrutar con amigos.
Cómo hacer Rosquillas de Anís de la Abuela
Tiempo de Preparación: 20 minutos
Tiempo de Cocción: 20 minutos
Raciones: Aproximadamente 20 rosquillas
Ingredientes:
- 125 g de azúcar
- 100 g de manteca de cerdo ibérico
- 2 huevos grandes
- 1 vaso de anís
- 1 cucharadita de anís en grano
- 1 cucharadita de levadura
- Harina (la cantidad necesaria, aproximadamente 500 g)
- Aceite de girasol para freír
Instrucciones:
- En un bol, mezcla los huevos con el azúcar y bate bien. Agrega la manteca de cerdo y mezcla nuevamente hasta que todo esté bien incorporado.
- Añade el anís líquido a la mezcla y remueve. Luego incorpora la harina, la levadura y los anises en grano. Mezcla todo hasta obtener una masa homogénea. Agrega la harina poco a poco, ya que la cantidad puede variar (aproximadamente 500 g) hasta que la masa deje de pegarse en los dedos.
- Cubre la masa con un paño y déjala reposar durante 1 hora.
- Calienta abundante aceite de girasol en una sartén a fuego medio-bajo. Es importante controlar la temperatura del aceite para evitar que las rosquillas se doren demasiado por fuera y queden crudas por dentro.
- Toma un poco de masa y forma un churro, uniéndolo bien en las puntas para evitar que se abran durante la fritura. Fríe las rosquillas por ambos lados hasta que estén doradas.
- Retira las rosquillas del aceite y colócalas en una fuente con papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Una vez escurridas, las rosquillas de anís de la abuela están listas para servir y disfrutar. Puedes decorarlas con azúcar glas si lo deseas, ¡y a saborear el delicioso sabor casero de estas rosquillas!
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Como servir
Las rosquillas de anís de la abuela son perfectas para servir a la hora del desayuno o la merienda. Puedes acompañarlas con una taza de café, té o incluso un vaso de leche fría. También son una excelente opción para compartir en celebraciones familiares o reuniones con amigos, ya que su sabor y textura encantan a todos.
Qué hacer con las sobras
Si te sobran rosquillas de anís, guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente para que se mantengan frescas. Pueden conservarse en buen estado durante varios días. Si prefieres, también puedes congelarlas y, cuando desees comerlas, simplemente déjalas descongelar a temperatura ambiente o caliéntalas ligeramente en el horno.
Notas y consejos
- Es importante no excederse en la cantidad de harina para que las rosquillas no queden demasiado duras. Añade la harina poco a poco hasta que la masa deje de pegarse a los dedos.
- Controla la temperatura del aceite para evitar que las rosquillas se quemen por fuera y queden crudas por dentro. El fuego debe estar a temperatura media-baja.
- Puedes espolvorear las rosquillas con azúcar glas para darles un toque extra de dulzura y una presentación más atractiva.
Variaciones Rosquillas de Anís de la Abuela
- Si prefieres una versión sin anís, puedes sustituir el anís líquido por zumo de naranja y el anís en grano por ralladura de naranja para darles un sabor cítrico.
- Para una versión más saludable, puedes sustituir la manteca de cerdo por aceite de oliva.
- También puedes añadir un poco de canela a la masa para darle un toque diferente y aromático.
Preguntas frecuentes
**1. ¿Puedo usar mantequilla en lugar de manteca de cerdo?
Sí, puedes sustituir la manteca de cerdo por mantequilla en la misma cantidad. El sabor será ligeramente diferente, pero igualmente delicioso.
**2. ¿Es necesario usar anís en grano?
El anís en grano aporta un sabor distintivo a las rosquillas, pero si no lo tienes a mano, puedes omitirlo o sustituirlo por una pizca de extracto de anís.
**3. ¿Cómo puedo saber si el aceite está a la temperatura adecuada para freír?
Para comprobar la temperatura del aceite, puedes introducir un pequeño trozo de masa en el aceite. Si burbujea y sube a la superficie lentamente, el aceite está listo. Si burbujea demasiado rápido y se quema, el aceite está demasiado caliente.