Tallarines con Pollo y Salsa de Tomate

Cada vez que preparo los Tallarines con Pollo y Salsa de Tomate, me transporto a esos bellos domingos en familia. Recuerdo a mis hijos sentados a la mesa, con sus risas llenando el aire y el aroma de la comida cocinándose en la cocina. Este platillo ha sido un pilar en nuestra mesa, un símbolo de unión y amor. Estoy segura de que, cuando lo prepares, sentirás la misma calidez y confort que a mí me inunda cada vez que lo hago.

Tallarines con pollo es mucho más que una receta; es una experiencia que se comparte y se atesora. Cada ingrediente tiene su lugar y su razón de ser. Desde el momento en que el aceite de oliva chisporrotea en la sartén, hasta el instante en que sirves el plato humeante, todo es parte de una historia que se cuenta a través de los sabores. Así que, ¡manos a la obra!

Cómo preparar Tallarines con Pollo y Salsa de Tomate

Ingredientes:

400 gramos de tallarines: La pasta es la base de este platillo. Yo prefiero los tallarines porque su textura me encanta, pero puedes usar la pasta que más te guste.
500 gramos de pechuga de pollo, cortada en trozos: El pollo es ligero y fácil de cocinar, además de ser una excelente fuente de proteínas.
2 cucharadas de aceite de oliva: Es el secreto para darle un sabor excepcional a todo. Si no tienes, puedes usar aceite vegetal, pero te recomiendo el de oliva por su sabor.
2 dientes de ajo, picados finamente: El ajo le añade un toque irresistible. Me encanta usar ajo fresco para realzar el sabor.
1 cebolla grande, picada: La cebolla es la base de muchas salsas, y aquí no es la excepción.
1 pimiento rojo, cortado en tiras: Le da un color vibrante y un sabor dulce.
1 lata (400 gramos) de tomates pelados: El tomate es esencial para la salsa. Me gusta usar tomates de buena calidad, porque hacen toda la diferencia.
1 cucharadita de orégano seco: Este es uno de mis ingredientes favoritos. Le da un toque mediterráneo.
Sal y pimienta al gusto: Esencial para ajustar los sabores.
Queso parmesano rallado (opcional): Para añadir al final, ese toque especial que me vuelve loca.
Perejil fresco, picado (opcional): Un toque de color que también aporta frescura.

Paso a paso para la preparación

Cocina los tallarines: En una olla grande, añade agua con sal y llévala a hervir. Cuando esté lista, agrega los tallarines y cocina siguiendo las instrucciones del paquete hasta que estén al dente. Este paso es crucial para que la pasta tenga una buena textura. Cuando estén listos, escúrrelos y resérvalos.
Preparación del pollo: Mientras los tallarines se cocinan, calienta las 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, añade los trozos de pollo y sazona con sal, pimienta y el ajo picado. Cocina el pollo hasta que esté dorado y completamente cocido. Cuando esté listo, retíralo de la sartén y mantenlo caliente mientras terminas con la salsa.
Cocina las verduras: En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario y cocina la cebolla y el pimiento rojo hasta que estén tiernos. Este paso añade una dulzura natural, que es simplemente deliciosa.
Incorpora los tomates: Ahora es momento de añadir la lata de tomates pelados. Aplástalos un poco con una cuchara de madera. Agrega el orégano seco, y sazona con sal y pimienta a tu gusto. Cocina la salsa a fuego medio-bajo durante unos 10-15 minutos. Debería reducirse y espesar un poco, concentrando todos esos sabores maravillosos.
Combina pollo y salsa: Regresa el pollo a la sartén con la salsa y cocina por unos minutos más. Esto permite que el pollo absorba todos esos sabores que hemos creado.
Mezcla los tallarines: Añade los tallarines cocidos a la sartén y mezcla bien para que la pasta se impregne con la salsa y el pollo. Este es el momento en que el aroma en la cocina se vuelve irresistible.
Sirve y disfruta: Sirve los tallarines con pollo caliente en platos, y espolvorea un poco de queso parmesano rallado y perejil fresco picado por encima si deseas. ¡No olvides preparar un buen pan para disfrutar con la salsa!

Por qué me encanta preparar Tallarines con Pollo y Salsa de Tomate

Este platillo es especial porque me recuerda a mis raíces, a la esencia de la cocina casera y a las cenas familiares. Cada bocado me transporta a esos momentos de risas y historias contadas alrededor de la mesa. Además, es una receta fácil de preparar, perfecta para esos días en que deseas algo delicioso sin complicarte demasiado.

Qué necesitarás

Para esta receta necesitarás herramientas sencillas: una olla grande para cocinar la pasta, una sartén grande para la salsa, y algunos utensilios básicos como una cuchara de madera y un colador. También puedes necesitar un rallador si decides añadir queso parmesano.

Consejos para mejores resultados de los Tallarines con Pollo y Salsa de Tomate

Asegúrate de no sobrecocinar los tallarines. Cuando estén al dente, ¡retíralos del agua!
Puedes añadir un poco de caldo de pollo a la salsa para darle más profundidad de sabor.
Usa pollo con hueso si quieres un sabor más intenso.

Sugerencias para servir Acompaña tus tallarines con pollo con una ensalada fresca o unas tiras de pan crujiente. También me gusta servirlo con un poco de vino blanco frío; ¡complementa perfectamente el sabor del plato!

Qué hacer con las sobras

Si te sobran tallarines, me encanta calentar las sobras en el horno. Solo colócalos en un recipiente apto para horno, cubre con un poco más de salsa y un poco de queso, y calienta a 180°C hasta que esté caliente y burbujeante. ¡Es como comerlo recién hecho!

Preguntas Frecuentes

¿Puedo usar pollo sin hueso?
Puedes hacerlo, pero créeme, la versión con hueso tiene mucho más sabor. He probado ambas, y ¡la carne con hueso siempre es más jugosa!

¿Puedo añadir otras verduras?
¡Por supuesto! Me encanta añadir zanahorias o calabacines cuando tengo. Lo que tengas a mano puede funcionar.

¿Se puede congelar?
Sí, pero la pasta puede ablandarse un poco al descongelar. Si puedes, es mejor almacenar solo la salsa y cocinar la pasta fresca más tarde.

Este platillo se ha convertido en un favorito en mi casa, y estoy emocionada de que lo pruebes. Estoy segura de que te encantará tanto como a mí. Me encantaría saber cómo te quedó y si tu familia pide repetir, como sucede en mi casa cada vez que lo preparo. ¡Buen provecho!