Quiche de calabacín y queso: te mentiría si digo que no me ha salvado la vida (y la cena) más de una vez. Es esa receta que tienes ahí guardadita para cuando no sabes ni qué cocinar ni tienes ganas de una faena tremenda en la cocina. Lo mejor es que puedes adaptarla a lo que tengas a mano, casi como si fuera magia. Si alguna vez disfrutaste una buena quiche de espinacas y te gustó, esto es el primo buenondón. Y para ponerle el toque fresco a tu mesa, combina increíble con este aderezo cremoso de cilantro y lima que de verdad hace milagros con las quiches.
Qué es, de dónde es y cómo se come típicamente
La quiche de calabacín y queso viene de la clásica quiche francesa, ese platillo que muchos piensan: «wow, esto lo sirven en cinco estrellas», pero con ingredientes súper casuales. En mi casa, es la reina de las cenas de domingo cuando necesitamos algo sencillo pero sabroso. El calabacín y el queso se mezclan en una base crujiente (puede ser masa comprada, nadie te va a juzgar). Se come tanto fría como caliente, lo cual… salva vidas cuando tienes visitas inesperadas o cenas tipo picnic. Lo típico es cortarla como si fuera pastel, pero también he visto a gente atacarla directo con cuchillo y tenedor – no juzgo, cada cual.
Proceso para preparar quiche de calabacín y queso
Déjame contarlo sin rodeos. Primero, el calabacín se corta en láminas o cuadritos y se saltea con un poco de sal para que suelte el agua (nadie quiere una quiche aguada, créeme). Luego, se mezcla con huevos, nata o leche evaporada (a veces hasta yogur cuando no hay de otra), el queso que tengas (mozzarella y parmesano, para mí), y se vierte todo en la base de masa. Al horno y… a rezar que no se queme. Suena fácil, pero un par de veces se me olvidó quitarle todo el agua al calabacín y… desastre.
Cómo Preparar quiche de calabacín y queso
Ingredientes:
- 1 base de masa quebrada (puedes comprarla hecha, nadie te va a mirar feo)
- 2 calabacines medianos
- 1 cebolla pequeña (opcional)
- 3 huevos grandes
- 150 ml de nata líquida o leche evaporada (sirve hasta yogur griego, eh)
- 150 g de queso rallado (puede ser mozzarella, gouda, manchego, lo que más te guste)
- Sal y pimienta al gusto
- Un chorrito de aceite de oliva
Cómo preparar:
- Precalienta tu horno a 180°C (recuerda, esa espera desespera).
- Corta los calabacines y la cebolla en cuadritos o rodajitas, saltéalos en una sartén con el aceite hasta que estén blanditos y que no quede ni gota de agua.
- Bate los huevos en un bol grande, añade la nata, sal, pimienta y, por supuesto, el queso.
- Incorpora los calabacines y la cebolla. Mezcla todo con energía, que no quede nada sin queso.
- Coloca la masa quebrada en un molde, pincha el fondo con un tenedor (truco viejísimo pero indispensable).
- Rellena con la mezcla. Esparce un poco más de queso por arriba si eres de los míos.
- Al horno unos 35-40 minutos, hasta que veas que se dora y se cuaja. Confía en tu nariz, huele cuando está.
Sustituciones Posibles quiche de calabacín y queso
Aquí sí que hay juego. Si un día tienes zanahorias y ni rastro de calabacín, pruébalo, sabe hasta mejor con un poquito de comino. Para la base, la masa de hojaldre funciona y hasta pan de molde (sí, lo leíste bien, yo ya he probado eso cuando la despensa estaba en modo fin del mundo). El queso puede ser gouda, ricotta, hasta feta. ¿Sin nata? La leche o yogur griego hacen el truco, y si no tienes cebolla… tampoco pasa nada. En fin, pilas a lo que tengas.
Utensilios Necesarios
- Sartén (si no tienes, microondas, pero no es igual)
- Molde para tarta o quiche (los de silicona me han sacado de apuros)
- Batidor o tenedor para batir los huevos
- Cuchillo y tabla para picar
- Horno (igual que las abuelas, pero más rápido)
Consejos para mejores resultados
No subestimes el poder de escurrir bien el calabacín. Poco queso nunca es la respuesta, ponle con ganas. Prueba sabores: nuez moscada le queda espectacular, y una pizca de hierbas italianas le da magia de restaurante. Si la base se dora muy rápido, ponle papel aluminio por encima. Deja que repose diez minutos antes de cortar o se desparrama todo, te lo juro.
Con qué acompañar quiche de calabacín y queso
- Ensalada fresca con hojas verdes y tomate cherry, para balancear lo cremoso de la quiche.
- Aderezo cremoso de cilantro y lima – dale un giro de sabor bestial (no exagero).
- Sopa fría tipo gazpacho, especialmente si hace calor.
- Una copa de vino blanco, porque a veces uno se lo merece.
Sugerencias para servir y presentar el platillo
Presenta la quiche de calabacín y queso en el mismo molde, es más sencillito y da estilo casero. Si es para invitados, corta en porciones bien parejas y acompaña cada pedazo con un poco de ensalada fresquita. Dale un toque especial con ramitas de perejil o cebollino picado encima, aunque sea solo para la foto. No te rompas la cabeza con platos caros, la idea es compartir una comida rica sin complicarse la vida. Si la llevas a un picnic, la puedes envolver en papel manteca y comerla como si fuera bocadillo. Vale la pena ponerle un chorrito de aceite de oliva extra justo al servir, resalta todo el sabor.
Consejos de Almacenamiento
Mete la quiche de calabacín y queso que te sobre en un recipiente cerrado y directo al refri. Se conserva bien dos o tres días (aunque rara vez llega a tanto). Para recalentarla, usa el horno o la sartén, el microondas solo si tienes prisa porque a veces ablanda la base. Si quieres congelarla, mejor hazlo sin hornear, envuélvela bien y al freezer. Para calentar después, no dudes: horno directo desde congelado.
Variaciones de quiche de calabacín y queso
De temporada va genial con pimientos, espárragos o incluso espinaca, pero acuerda quitar bien el agua. Si buscas algo más light, pon clara en vez de huevo entero y usa leche descremada. Vegana, sí se puede: utiliza queso vegetal y leche de soja o avena, ni lo notas si le pones buenas especias. Para saborear como si estuvieras en otro país, añade curry, ajo ahumado o pedacitos de jamón. Hasta anímate con una base diferente, tipo arepas colombianas de queso si te animas a experimentar de verdad.
Si nunca has hecho quiche, ¡anímate!
No hay nada mejor que una quiche de calabacín y queso en la mesa cuando tienes antojo de algo fácil pero que sabe a gloria. Me ha salvado cenas, picnics, fiestas… hasta comidas de trabajo. Y si tienes curiosidad o quieres versionarla con otros ingredientes (apunta a este quiche de calabacín, cebolla y bacon), hay muchas ideas para que no te aburras. Si prefieres otra versión, esta quiche de calabacín y jamón está también de locos. No necesitas ser chef para brillar, solo ganas. Busca tus ingredientes, métele tu propio estilo… y cuéntame cómo te fue.
(FAQ) Preguntas frecuentes
No es obligatorio, pero sí recomendable. Cocinar el calabacín previamente ayuda a reducir su contenido de agua, evitando que la quiche quede aguada. Puedes saltearlo ligeramente o asarlo antes de mezclarlo con el resto del relleno.
Quiche es una palabra francesa que se refiere a una tarta salada, generalmente hecha con una base de masa y un relleno de huevos, crema y otros ingredientes como verduras, queso o carnes. El término proviene del alemán Kuchen, que significa pastel o tarta.
Un quiche básico (como el quiche Lorraine) incluye:
Masa quebrada o masa brisa como base
Relleno de huevos batidos y nata o crema de leche
Ingredientes opcionales como: queso, jamón, bacon, cebolla, calabacín, espinacas, champiñones u otras verduras o carnes
Claro que sí. Solo enmantequilla bien el molde, vierte la mezcla y hornea. Queda como un pastel salado.

Quiche de Calabacín y Queso
Ingredientes
Method
- Precalienta tu horno a 180°C.
- Corta los calabacines y la cebolla en cuadritos o rodajitas, saltéalos en una sartén con el aceite hasta que estén blanditos y que no quede ni gota de agua.
- Bate los huevos en un bol grande, añade la nata, sal, pimienta y el queso.
- Incorpora los calabacines y la cebolla. Mezcla bien.
- Coloca la masa quebrada en un molde y pincha el fondo con un tenedor.
- Rellena con la mezcla. Esparce más queso por arriba si deseas.
- Hornea durante 35-40 minutos, hasta que se dora y se cuaja.

