¿Te pasa que buscas platos frescos pero con ese sabor que te da un golpe de felicidad? Pues la Ensalada de Pimientos del Piquillo es una de esas recetas simplemente mágicas que me salvan cuando quiero comer ligero, pero rico‑rico. Este plato siempre me acompaña en días de calor o cuando tengo gente en casa (que no voy a perder tiempo cocinando toda la tarde, sinceramente). Y si te va mezclar cosas sencillas con un poquito de personalidad, te aseguro que te va a encantar igual o más que una ensalada de pollo deliciosa o incluso que unas albondigas thermomix fáciles y deliciosas echas una tarde de domingo.
No te engaño, la primera vez que probé la Ensalada de Pimientos del Piquillo fue porque literalmente no había otra cosa en la despensa. Y ¡sorpresa!, resulta que este platillo es un clásico en el norte de España, sobre todo en Navarra, donde los pimientos del piquillo son casi sagrados. Son pimientos asados y pelados, tienen un sabor ahumadito, dulce y único. La gente suele comer esta ensalada en reuniones, como tapa o acompañando carnes, pero te digo la verdad, yo me la zampo como plato único y quedo más que satisfecha. Se disfruta fría, sin prisas y, casi siempre, untando pan (porque nadie puede resistirse).
Proceso para preparar Ensalada de Pimientos del Piquillo
Te confieso que esto no tiene nada de misterioso, ni de difícil. Es más, a veces termina en la mesa más rápido que mi café de la mañana. Suelo abrir un bote, antojarme y en quince minutos ya tengo todo preparado. Solo mezclas los pimientos del piquillo en tiras, cebolla (sí, la morada queda de lujo) y un buen puñado de aceite de oliva con un chorrito de vinagre. A veces le echo atún, otras huevo cocido y si hay ganas, hasta aceitunas. Lo dejas un rato en la nevera (aunque yo siempre robo una cucharada antes) y ya tienes un aperitivo de cinco estrellas sin hacer magia.
Cómo preparar Ensalada de Pimientos del Piquillo
Ingredientes:
- 1 frasco o lata de pimientos del piquillo
- 1 cebolla morada
- 2-3 cucharadas de aceite de oliva
- Un chorrito de vinagre
- Sal y pimienta al gusto
- Opcional: atún en lata, huevo duro en rodajas, aceitunas
- Pan para acompañar
Preparación:
- Preparar los pimientos: Abre el frasco o lata, escurre bien los pimientos y córtalos en tiras.
- Picar la cebolla: Corta la cebolla morada en juliana fina para que no domine el sabor.
- Mezclar: En un bol grande, junta los pimientos con la cebolla.
- Aliñar: Añade el aceite de oliva, el chorrito de vinagre, sal y pimienta. Mezcla bien y prueba para ajustar.
- Añadir extras (opcional pero recomendado): Incorpora el atún desmenuzado, rodajas de huevo duro y aceitunas si lo deseas.
- Reposar: Deja reposar la ensalada en la nevera al menos 30 minutos para que los sabores se integren.
- Servir: Sirve bien fría y acompaña con pan para mojar el juguito. ¡Delicia simple y sabrosa!
Sustituciones Posibles
No te rayes si no tienes todos los ingredientes, esta receta aguanta bien las improvisaciones. ¿No hay cebolla morada? Usa blanca o cebollino. Si te has quedado sin atún, prueba con caballa o bonito. Hasta puedes meter el típico bacalao desmigado si eres de experimentos. El vinagre de manzana queda suave, pero si tienes balsámico dale sin miedo. Incluso con pimientos de lata normal (no piquillo), el invento también sale rico, aunque más simple, eso sí.
Utensilios Necesarios
- Un bol grande (eso sí o sí).
- Cuchillo afilado.
- Tabla para picar (por favor, que no huela a ajo de antes).
- Cucharas para mezclar y probar (que nunca falte la de probar).
Consejos para mejores resultados:
Con qué acompañar Ensalada de Pimientos del Piquillo
Esta ensalada queda brutal con ensalada cremosa de pepino o incluso una ensalada de coditos o macarrones si buscas fiesta de sabores.
Preséntala sobre tostas o como tapas individuales si tienes visita (la gente flipa siempre).
Consejos de Almacenamiento
Si sobra (poco probable), guárdala en la nevera tapada. Está todavía mejor al día siguiente.
Añade unas hojas frescas de perejil o albahaca para darle color y rollo fresco.
Variaciones de Ensalada de Pimientos del Piquillo:
Si te lanzas a probar cosas nuevas (cosa que apoyo totalmente), cambia el atún por aguacate y tendrás una versión vegana refrescante y diferente. En invierno, yo le pongo migas de bacalao ahumado o anchoas para que tenga más fuerza. Para un toque diferente, prueba un toque de ajo picado finísimo o unas alcaparras. Ahora, si te va lo sano, omite el pan y utiliza garbanzos cocidos. De verdad, hay tantas opciones como días calurosos en agosto.
¡Hazla tuya y disfruta de cada bocado!
Después de leer todo esto, ¿no te apetece correr por unos pimientos del piquillo? Es una receta que siempre sabe bien, sea verano o pleno invierno. Te animo a darle tu propio toque (yo la reinvento diferente cada vez). Y si quieres aún más inspiración, mira esta ensalada de pimientos del piquillo caballa y anchoas o una versión buenísima de ensalada de bonito con pimientos del piquillo. Lo dicho, menos excusas y más ensaladas. ¡Cuéntame si la pruebas, quiero saber tus trucos!
(FAQ) Preguntas frecuentes
Tiene un sabor dulce, suave y ligeramente ahumado, ya que se suelen asar antes de envasarlos. No son picantes.
Sí, son bajos en calorías y ricos en vitamina C, antioxidantes y fibra. Son una opción saludable para acompañar comidas o rellenar.
Se llaman así por su forma en punta, parecida a un pico («piquillo» en español). Son originarios de Navarra, España.
Por supuesto. Solo elimina el atún o el huevo si no quieres proteína animal y listo.
Sí, pero los pimientos del piquillo tienen ese sabor único. Aun así, los pimientos asados normales también funcionan.

Ensalada de Pimientos del Piquillo
Ingredientes
Method
- Abre un frasco (o lata) de pimientos del piquillo. Escúrrelos y córtalos en tiras.
- Pica una cebolla morada en juliana, lo más finita posible.
- Mezcla los pimientos y la cebolla en un bol grande.
- Añade 2-3 cucharadas de aceite de oliva y un chorrito de vinagre.
- Agrega sal y pimienta al gusto y prueba para ajustar.
- Opcional: añade atún, huevo duro en rodajas y aceitunas.
- Déjalo en la nevera mínimo media hora antes de servir.
- Sirve frío, preferiblemente con pan para mojar.

