Croquetas de jamón. Dímelo sinceramente, ¿a quién no se le hace agua la boca solo de oír esas palabras? Hay días que uno llega a casa exhausto, con ganas de hincarle el diente a algo rico, fácil y que te recuerde a casa de la abuela. A mí me pasa siempre, y si hay croquetas en el refri… la felicidad es máxima. Te juro, un buen plato de este manjar casero te arregla cualquier tarde (o fiesta de amigos, eh). Más de una vez he curado “malas semanas” solo horneando croquetas de jamón y dándome un antojo, igual que con unas empanadas de carne o después de devorar un cheesecake de arándanos de postre… ya sabes, costumbres de gente golosa.
Las croquetas de jamón son uno de esos clásicos españoles que parecen sencillos, pero en realidad tienen su truco. Nacieron, dicen, como forma de aprovechar sobras de jamón serrano y bechamel, aunque sinceramente, hoy nadie necesita una excusa tan sofisticada. En Madrid o Andalucía te las sirven casi por inercia en cualquier bar. Si tienes suerte (y buen colmillo), te tocan recién hechas, doraditas, calientes.
Se comen de mil formas: como tapa antes de una comida enorme, como entrante para picar mientras ves el fútbol, o hasta como cena ligera con una ensalada de garbanzos mediterránea. Confieso: hace poco las probé acompañadas de berenjenas y fue una locura. Saben siempre a algo familiar, a fiesta. Eché de menos no aprender antes a preparar croquetas de jamón en casa, pero bueno, nunca es tarde para un vicio nuevo.
Proceso para preparar croquetas de jamón
Voy avisando, no es complicado pero sí necesita algo de paciencia y, sobre todo, no tener prisa. El chiste está en la masa, que necesita enfriarse bien para que no explote en el aceite.
Primero, sofreímos cebolla finísima con una pizca de mantequilla. Agregamos el jamón picado y dejamos que suelte su aroma (ojo, que no se queme). Luego toca la bechamel, que tiene mala fama, pero en realidad con leche tibia y removiendo, te sale sin grumos. La mezcla tiene que quedar espesa, casi pastosa.
Se pasa todo a una bandeja y va directo a enfriarse al refri – un mínimo de 2 horas (sí, sí, hay que esperar). Luego, con manos frías, das forma a las croquetas, las rebozas en huevo batido y pan rallado y ¡zas! Listas para freír y dorar. Siempre que se sigan estos tiempos, salen perfectas – y si alguna se abre, no pasa nada, se come igual.
Cómo Preparar croquetas de jamón
Ingredientes:
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1/2 cebolla (picada finamente)
- 100 g de jamón serrano (picado)
- 3 cucharadas de harina de trigo
- 500 ml de leche tibia
- Sal (con moderación)
- Pimienta negra al gusto
- Nuez moscada (opcional, una pizca)
- 1 huevo (para rebozar)
- Pan rallado (para empanizar)
- Aceite para freír (cantidad suficiente)
Instrucciones
- Sofríe 1/2 cebolla en 2 cucharadas de mantequilla hasta que quede transparente.
- Añade 100g de jamón serrano picado y dóralo levemente.
- Incorpora 3 cucharadas de harina, remueve bien para quitar sabor crudo.
- Poco a poco ve vertiendo 500 ml de leche tibia, sin dejar de remover (el brazo se trabaja aquí, no te rindas).
- Agrega sal, pimienta y nuez moscada, pero ve con calma porque el jamón ya es saladito.
- Cocina a fuego bajo revolviendo hasta tener una masa espesa que se despega de la sartén. Haz una bola con la cuchara y déjala enfriar en el refri, mínimo 2-3 horas.
- Da forma a las croquetas usando dos cucharitas o las manos un poco humedecidas.
- Pasa cada croqueta por huevo batido y luego por pan rallado, que quede bien cubierta.
- Fríe en aceite caliente (180ºC, ni frío ni humeante) hasta que se vean doradas y crujientes.
- Escúrrelas en papel de cocina. Sirve y disfruta en buena compañía.
Y listo. ¿Ves que fácil?
Sustituciones Posibles
Mira, si no tienes jamón serrano (me ha pasado cantidad de veces), puedes usar jamón cocido, fiambre o incluso pollo deshebrado. No será lo mismo, desde luego, pero salva el antojo. Para la leche, la de vaca va mejor, pero si eres de los que no toleran la lactosa, prueba con alguna vegetal neutra, tipo avena. Y para el empanizado, el pan de molde tostado y triturado funciona bastante bien si te ves apurado. Eso sí, ojo con la sal si cambias el tipo de jamón, ajusta a tu gusto.
Utensilios Necesarios
- Sartén antiadherente (imprescindible, la masa se pega horrible)
- Cuchara de madera o espátula de silicona
- Bandeja para enfriar la mezcla
- Bol grande para empanizar
- Papel de cocina
- Termómetro de cocina (opcional pero ayuda un montón)
Consejos para mejores resultados
Con qué acompañar croquetas de jamón
Para acompañar, ponlas con una ensalada de garbanzos mediterránea fresca o unas berenjenas rellenas de atún.
Sírvelas bien calientes, si es posible con una cerveza artesanal o un vinito frío.
Para que luzcan «de restaurante de cinco estrellas», preséntalas en una bandeja bonita con un poco de perejil fresco encima.
Consejos de Almacenamiento
Si sobran (difícil, pero puede pasar), guárdalas en un táper hermético y calienta en horno o sartén, nada de microondas que fastidia el crujido.
Variaciones de croquetas de jamón
Las croquetas de jamón admiten de todo. En otoño, me gusta mezclar un poco de queso manchego rallado, queda bestial. Con espinacas o con unas setas picadas, ganan un toque diferente y casi nadie adivina el cambio. Para paladares más modernos, prueba añadir un pelín de pimientos asados. Ah, y si buscas un giro saludable, cocínalas al horno, quedan menos crujientes pero igual de buenas y sin tanta grasa. Créeme, ¡es cuestión de lanzarse y probar!
Nunca fallan en casa
Las croquetas de jamón caseras nunca fallan, lo prometo. Siguiendo estos pasos (y con un poco de práctica), te aseguro que salen tan buenas como las de cualquier receta de Laylita o las clásicas Croquetas de Jamón – Spanish Ham Croquettes Recipe. Así que ya sabes, anímate, métete en la cocina y disfruta preparando en familia, que eso también alimenta. La próxima vez que te preguntes qué cenar o qué ofrecer para picotear, ya tendrás tu as bajo la manga. ¡No te arrepentirás y te lo van a pedir siempre!
(FAQ) Preguntas frecuentes
Asegúrate de que la masa esté bien fría antes de formar las croquetas, y pásalas por harina, huevo y pan rallado en ese orden. Luego, fríelas en aceite caliente sin moverlas mucho al principio.
El jamón serrano es el más usado por su sabor intenso y textura. Si puedes, elige uno curado de buena calidad para que tus croquetas queden más sabrosas.
Por masa demasiado líquida o aceite poco caliente. Mete la masa bien fría y usa suficiente aceite.
¡Sí! Forma las croquetas y congélalas antes de freír. Directo al aceite, sin descongelar, así no pierden textura.
Una básica de alioli o incluso unas gotitas de mostaza mezclada con miel.
Hasta 3 días, bien tapadas. Pero sinceramente… raro que duren tanto.
Claro, usa maicena y pan rallado sin gluten. Quedan de lujo y nadie nota la diferencia.

Croquetas de Jamón
Ingredientes
Method
- Sofríe 1/2 cebolla en 2 cucharadas de mantequilla hasta que quede transparente.
- Añade 100g de jamón serrano picado y dóralo levemente.
- Incorpora 3 cucharadas de harina, remueve bien para quitar el sabor crudo.
- Poco a poco, ve vertiendo 500 ml de leche tibia, sin dejar de remover.
- Agrega sal, pimienta y nuez moscada, ajustando al gusto.
- Cocina a fuego bajo revolviendo hasta tener una masa espesa que se despega de la sartén y déjala enfriar en el refri por un mínimo de 2-3 horas.
- Da forma a las croquetas usando dos cucharitas o las manos un poco humedecidas.
- Pasa cada croqueta por huevo batido y luego por pan rallado, asegurándote de que queden bien cubiertas.
- Fríe en aceite caliente hasta que se vean doradas y crujientes.
- Escúrrelas en papel de cocina y sirve.



