Lasaña de calabacín y atún, sí, eso que suena a comida de cinco estrellas, pero que en serio es más sencillo que armar un sándwich. ¿No te ha pasado que buscas algo rico, fácil y… ligero? Yo antes terminaba siempre con la típica lasaña súper pesada o me iba directo por una ensalada aburridísima. Hasta que probé esta receta. Cambió la dinámica en mi mesa, te lo juro. O sea, si alguna vez pensaste en dejar la pasta a un lado y sorprender a la familia (o solo a ti mismo… hey, no juzgo), esto es para ti. Es tan fácil de hacer como preparar un aderezo cremoso de cilantro y lima o unas albondigas de carne molida en salsa casera, pero mil veces más lucidor.
Qué es, de dónde es y cómo se come típicamente
Mira, la lasaña de calabacín y atún no es nada exótico ni complicado. Básicamente, es la prima fit de la lasaña clásica. En vez de láminas de pasta, usamos calabacín cortado finito. Este platillo es bastante común en España, especialmente cuando hace calor y los calabacines están en todos lados. Lo mejor es que puedes servirla fría o caliente, depende del mood. Y, sí, va de maravilla como plato principal, pero hasta sirve como tapa, si te animas a algo diferente en tus reuniones. Yo la como como almuerzo ligero o para cenar sin sentir culpa. Imagínate: sabor tradicional pero súper ligera… suficiente para enganchar a cualquiera.
Proceso para preparar Lasaña de calabacín y atún
No te voy a mentir: la primera vez dudé, pero es pan comido. Primero, sacas los calabacines y los cortas en láminas (yo uso un cuchillo bien afilado porque mi mandolina vive extraviada). Salteas rápido las láminas para que se ablanden un poco. Luego, haces una mezcla de atún con tomate, un poquito de cebolla y especias. El chiste es ir poniendo capas de calabacín y la mezcla de atún en una fuente, como si fueras haciendo castillitos de comida, y terminas con mucho queso rallado arriba. Al horno y… listo. Solo espera a que el queso burbujee (ese momento es gloria pura). ¿Ves? Nada complicado ni raro.
Cómo Preparar Lasaña de calabacín y atún
Ingredientes
- 3 calabacines medianos
- 2 latas de atún en agua (escurridas)
- 1 cebolla chica (picada)
- 2 tomates grandes maduros o 1 taza de tomate triturado
- 1 diente de ajo (opcional, pero le da sabor)
- 150 g de queso rallado (el que más te guste, pero que funda bien)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Orégano seco o albahaca fresca
Cómo Preparar Lasaña de calabacín y atún:
- Lava bien los calabacines y córtalos a lo largo en láminas finas.
- Sofríe rápidamente las láminas de calabacín en una sartén con un chorrito de aceite, solo hasta que estén un poquito doradas (no te pases, luego se deshacen).
- En otra sartén, sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén doraditos.
- Agrega el tomate y cocina un par de minutos hasta que se haga tipo salsa.
- Incorpora el atún bien desmenuzado, mezcla, salpimienta y pon las hierbas que quieras (yo soy fan del orégano).
- Monta la lasaña en un refractario: calabacín, mezcla de atún, queso… repite hasta que se acaben los ingredientes, termina con queso.
- Mete al horno a 200°C unos 20 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante. ¡Y a comer!
Sustituciones Posibles Lasaña de calabacín y atún
¿No tienes atún? Usa pollo desmenuzado o hasta bacalao, si te sientes creativo. ¿No puedes comer lácteos? Hay quesos vegetales que funden bien y el resultado es sorprendente (yo probé uno a base de almendras y casi ni se nota la diferencia). Si no te gusta el tomate, puedes cambiarlo por un sofrito de pimientos. Y bueno… si lo tuyo es otra proteína, incluso con soya texturizada para versión veggie queda buenísima.
Utensilios Necesarios
- Mandolina o cuchillo afilado para los calabacines
- Dos sartenes (una para los calabacines y otra para el relleno)
- Fuente refractaria (de vidrio o cerámica, lo que tengas)
- Espátula o cuchara para esparcir la mezcla
- Rallador de queso (si vas a usar queso fresco)
Consejos para mejores resultados
¿Consejo de oro? Seca las láminas de calabacín con papel de cocina, así evitas que suelten agua y la lasaña quede aguada (¡error de principiante, eh!). Otra: no sobrecargues la capa de atún o se te desarma al servir. Usa tomate lo más natural posible, hace toda la diferencia; el de lata funciona, pero esos con piel y maduros… lo máximo. Dale un toque final con albahaca fresca justo al sacar del horno, parece cosa de chef. Si quieres que se vea más doradita, ponle unos minutos al grill.
Con qué acompañar Lasaña de calabacín y atún
- Una ensalada sencilla, lechuga y tomate van genial.
- Pan casero para “limpiar” el plato (porque la salsa no se deja).
- Un vino blanco o limonada fresca si es día caluroso.
- De postre, prueba hacer esta receta de alfajores y termina como rey.
Sugerencias para servir y presentar el platillo
La verdad, la lasaña de calabacín y atún se luce sola, pero hay truquitos. Sírvela cortada en porciones cuadradas (como si hubieras comprado un platillo de restaurante elegante). Añade hojas de albahaca fresca o un toque de pimienta negra encima para que se vea más bonita. Si tienes invitados, acompaña con pequeños cuencos de aceitunas o incluso unas rebanadas de pan crujiente. Un plato claro resalta el color verde y dorado.
Consejos de Almacenamiento
Déjala enfriar antes de meterla al refri, si no quieres que sude demasiado. Guarda la lasaña de calabacín y atún tapada y durará dos o tres días sin problema. En mi casa casi nunca sobra, pero si te pasa, puedes recalentarla en horno o microondas, aunque queda mucho más rica al horno (se gratina otra vez el queso, yumm). Puede congelarse, pero ojo, el calabacín cambia un poquito la textura.
Variaciones de Lasaña de calabacín y atún
No te limites, esta receta acepta de todo. Si hay berenjenas en temporada, añade unas láminas junto con el calabacín y tendrás una mezcla brutal. Para quienes siguen dieta keto, usa solo quesos y olvida el tomate (sí, lo he probado). Si la quieres más mediterránea, agrega aceitunas negras picadas o un toque de comino. Ah y si la quieres picante, ponle unas gotas de tu salsa favorita antes de servir. La creatividad manda aquí.
¡Pruébala y verás!
Si buscas una comida sencilla, sana y “lucidora”, la lasaña de calabacín y atún es esa receta amiga que no te falla. Te saca de apuros, es barata y todo el mundo queda contento. Si después te entra el gusanito de las variantes, hay miles de ideas, desde la lasaña cremosa que ves aquí hasta la versión exprés que preparan en una italiana en la cocina. Anímate, mezcla ingredientes, inventa tus propias capas y disfruta. Y si te quedan dudas, pregunta, ¡me encanta compartir estos descubrimientos!
(FAQ) Preguntas frecuentes
Sí, incluso puedes armar las capas y calentarla tapada en sartén, el queso no gratina pero igual queda rica.
Unos 2 a 3 días, bien tapada. No más, el calabacín puede soltar algo de agua.
Uso atún en agua, pero si tienes al natural, también va genial. Evita los muy aceitosos, pueden ser pesados.
Sí, pero al descongelar la textura puede ser más blanda. Mejor disfruta fresca si puedes.
No, déjala, da color y algo de textura. Solo lávalos bien.

Lasaña de Calabacín y Atún
Ingredientes
Method
- Lava bien los calabacines y córtalos a lo largo en láminas finas.
- Sofríe rápidamente las láminas de calabacín en una sartén con un chorrito de aceite, solo hasta que estén un poquito doradas.
- En otra sartén, sofríe la cebolla y el ajo hasta que estén doraditos.
- Agrega el tomate y cocina un par de minutos hasta que se haga tipo salsa.
- Incorpora el atún bien desmenuzado, mezcla, salpimienta y pon las hierbas que quieras.
- Monta la lasaña en un refractario: calabacín, mezcla de atún, queso… repite hasta que se acaben los ingredientes, termina con queso.
- Mete al horno a 200°C unos 20 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.

