Ingredientes
Equipo
Method
- Precalentar el horno
- Primero, comienza precalentando tu horno a 200°C (400°F). Créeme, esto es clave para lograr una piel crujiente.
- Preparar el pollo
- Lava y seca las pechugas de pollo. Asegúrate de que estén bien secas para que el pan rallado se adhiera mejor.
- Batir el huevo
- En un recipiente hondo, bate el huevo. Este paso es fundamental, ya que será el encargado de ayudar a que todo se pegue.
- Mezclar el pan rallado
- En otro plato, mezcla el pan rallado con el queso parmesano, ajo en polvo, pimentón, sal y pimienta. Si eres aventurera, puedes añadir un poco de orégano o albahaca seca para un sabor extra.
- Rebozar el pollo
- Toma cada pechuga, sumérgela en el huevo batido y luego cúbrela bien con la mezcla de pan rallado. Asegúrate de que quedé bien cubierta; esto hará que quede bien crujiente al hornearse.
- Hornear
- Coloca las pechugas ya empanadas en una bandeja para hornear previamente engrasada con el aceite de oliva en spray. Hornea durante 25-30 minutos, o hasta que el pollo esté dorado y cocido por dentro. Si tienes un termómetro, la temperatura interna debe ser de 75°C (165°F).
- Una vez que el pollo esté listo, déjalo reposar unos minutos antes de servir. Esto hace que los jugos se redistribuyan y el pollo quede aún más jugoso.
- Servir
Notas
A mí me encanta agregar hierbas frescas como romero, ¡le da un aroma y sabor increíble al plato! También puedes experimentar con otras hierbas que tengas a mano.
