Pica finamente la cebolla y machaca el diente de ajo en un mortero.

En una cacerola, agrega la cebolla picada, el ajo machacado, el vinagre blanco, la mostaza en grano, el jengibre fresco, la pimienta negra en grano, el clavo de olor, las vainas de cardamomo, la melaza y la salsa de soja. Remueve y calienta a fuego suave.

Mientras se calienta la mezcla, trocea las anchoas y mézclalas en el mortero con la sal, el curry y la canela, machacando hasta obtener una pasta. Agrega poco a poco el agua mientras remueves con la mano del mortero.

Aumenta un poco el fuego y añade la pasta de anchoas, sal y curry disuelta en el agua a la mezcla de la salsa. Remueve para integrar y deja que la salsa reduzca durante 40 minutos.

Una vez lista la salsa, deja que se enfríe un poco y luego tritúrala bien con una batidora eléctrica.

Guarda la salsa en un recipiente hermético en la nevera y consérvala hasta por tres semanas.