Si se utiliza pollo asado sobrante, limpiar la carne retirando la piel y los trozos de grasa. Picar finamente el pollo o triturarlo en una picadora. Si se usa pechuga de pollo fresca, también picarla finamente.
Picar finamente los ajos y la cebolla.
En una sartén con aceite de oliva caliente a fuego medio, sofreír los ajos durante unos instantes y luego añadir la cebolla con una pizca de sal. Cocinar hasta que la cebolla esté transparente, aproximadamente 5 minutos.
Agregar el pollo picado al sofrito de cebolla y mezclar bien.
Añadir sal al gusto y el tomate triturado. Incorporar pimienta negra molida y orégano. Cocinar a fuego medio-bajo con la sartén tapada durante 10 minutos. Dejar enfriar el relleno.
Cocer las placas de lasaña en agua caliente con sal según las instrucciones del paquete. Escurrir y enfriar las placas.
Preparar la salsa bechamel.
En una fuente apta para horno, colocar una capa de tomate en la base. Alternar capas de placas de lasaña y relleno de pollo. Opcionalmente, agregar un poco de bechamel entre las capas.
Cubrir la lasaña con el resto de la bechamel y espolvorear queso rallado por encima.
Gratinar en el horno precalentado a 200°C durante unos 8 minutos o hasta que el queso esté dorado.
Servir caliente y disfrutar de esta deliciosa lasaña de pollo aprovechando las sobras.