En un tazón mediano, combina la harina y el polvo de hornear con un batidor. Reserva.

Usando una batidora, bate la mantequilla y la sal kosher a velocidad media hasta que estén combinadas, aproximadamente 1 minuto.

Agrega el azúcar y bate hasta que esté suave, aproximadamente 1.5 minutos. Raspa los lados del tazón, luego añade el huevo y el extracto de vainilla, mezclando bien durante aproximadamente 1 minuto.

Con la batidora en baja velocidad, agrega la mezcla de harina poco a poco, deteniéndote para raspar el tazón. La masa debe formar una bola alrededor del mezclador.

Forma la masa en una bola, envuélvela en papel plástico y presiona para formar un disco de 1 pulgada de grosor. Refrigera por un mínimo de 30 minutos.

Precalienta el horno a 375°F (190°C).

Extiende la masa hasta aproximadamente ¼ de pulgada de grosor. Corta las formas con cortadores de galletas.

Coloca las galletas en las bandejas para hornear, dejando alrededor de 1 pulgada de espacio entre ellas. Hornea unas 7-8 minutos.

Deja reposar las galletas en la bandeja durante 2 minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen.

Bate la mantequilla a velocidad media-alta hasta que esté suave y cremosa, aproximadamente 4-5 minutos.

Añade el azúcar en polvo, el extracto de vainilla, el extracto de almendra y la crema para batir, y mezcla a la velocidad más baja hasta que estén incorporados.

Aumenta la velocidad a media-alta y bate hasta que esté ligero y esponjoso, aproximadamente 2-3 minutos.