Calienta el aceite en una sartén y dora las gambas durante un par de minutos. Retíralas y resérvalas.

En la misma sartén, añade la mantequilla y sofríe la cebolla a fuego bajo durante unos 3 minutos hasta que esté transparente.

Añade la harina a la cebolla y tuesta durante 2 minutos. Incorpora la leche fría poco a poco mientras remueves. Añade sal y cocina durante 5 minutos hasta que espese.

Corta las gambas en trocitos e incorpóralas a la bechamel. Cocina hasta que la masa se despegue de las paredes de la sartén.

Pasa la masa a una manga pastelera o recipiente. Deja enfriar y guarda en la nevera al menos 3 horas o toda la noche.

Con la masa fría, forma cordones, córtalos en porciones iguales y da forma de croqueta.

Pasa cada croqueta por huevo batido y luego por pan rallado. Si deseas un rebozado más crujiente, repite el empanado.

Fríe en abundante aceite caliente a 180°C durante 2 minutos, hasta que estén doradas. Escurre sobre papel de cocina.

Disfrútalas recién hechas, crujientes por fuera y cremosas por dentro.