Precalienta tu horno a 160ºC (320ºF) con ventilador o 170ºC (338ºF) para calefacción convencional y forra una bandeja para hornear con papel encerado.

En un tazón resistente al calor, combina el chocolate negro picado y la mantequilla. Derrite sobre una cacerola con agua hirviendo, asegurándote de que el fondo del tazón no toque el agua. Revuelve hasta que esté completamente derretido y agrega la vainilla.

En otro tazón, bate a alta velocidad el azúcar blanca, el azúcar demerara y los huevos hasta que la mezcla esté muy ligera y esponjosa, aproximadamente 5 minutos.

Tamiza en un tazón aparte la harina, el cacao en polvo, el polvo de hornear y la sal, luego añade las chispas de chocolate.

Incorpora lentamente la mezcla de chocolate a la mezcla de huevos, revuelve suavemente.

Añade los ingredientes secos en la mezcla húmeda, pliega con una espátula hasta que se combinen.

Coloca cucharadas de masa en la bandeja preparada y hornea durante 12-14 minutos, hasta que estén firmes y con una costra agrietada en la parte superior.

Retira del horno y si lo deseas, espolvorea con sal marina. Deja enfriar antes de transferir a una rejilla.