Recorta los bordes del pan de molde y desmenúzalo.
En un bol, vierte la leche líquida y agrega las migajas de pan. Revuelve para humedecer el pan y deja reposar mientras preparas el sofrito.
Calienta 2 cucharadas de aceite en una sartén a fuego medio-alto. Sofríe el ajo y la cebolla hasta que la cebolla comience a dorarse. Apaga el fuego y reserva.
En un bol grande, coloca la carne molida, espolvorea el queso parmesano, agrega el sofrito de cebolla, el pan remojado en leche, sal y pimienta.
Mezcla bien todos los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea y compacta.
Divide la mezcla en 12 a 16 porciones del mismo tamaño y forma albóndigas redondas.
Pela y corta en trozos la cebolla, los tomates, los dientes de ajo y el pimiento.
Corta el tallo del calabacín y córtalo en trozos.
En una olla, calienta 2 cucharadas de aceite a fuego medio-alto. Sofríe la cebolla y el ajo, luego agrega el pimiento, los tomates, el calabacín y la pasta de tomate. Cocina hasta que los vegetales comiencen a dorarse.
Apaga el fuego y coloca los vegetales cocidos en una licuadora con una taza de caldo. Licúa durante aproximadamente 3 minutos y luego devuelve la salsa a la olla.
Agrega la taza de caldo restante, la hoja de laurel, sal y pimienta al gusto. Lleva la salsa a hervir.
Cuando la salsa esté hirviendo, coloca las albóndigas dentro de la olla y cocina todo junto tapado durante 10 minutos a fuego medio.
Opcionalmente, agrega perejil, albahaca o cilantro fresco al gusto.
Sirve las albóndigas en salsa casera sobre espaguetis, arroz blanco o con pan.