Cada vez que preparo este Pollo con Espinacas en Salsa Cremosa de Champiñones, me recuerda a los domingos en familia. En mi hogar, estos días eran sagrados, los reservábamos para compartir largas comidas, risas y anécdotas. El aroma del pollo cocinándose, acompañado de esa salsa cremosa que se hace en el sartén, evoca los momentos en que todos nos sentamos alrededor de la mesa, listos para disfrutar y celebrar la sencillez de la buena comida. Así que cuando te invito a probar esta receta, no solo te estoy compartiendo un platillo, sino un pedacito de mi historia, un trozo de mi corazón. Estoy segura de que, cuando lo prepares, sentirás la misma calidez y confort que siento yo.
Cómo preparar Pollo con Espinacas en Salsa Cremosa de Champiñones
Ingredientes:
- 2 cucharadas de aceite de oliva: este es el primer paso para dar sabor a tu platillo. A mí me encanta usar un aceite de buena calidad porque se siente la diferencia.
- 4 muslos de pollo deshuesados y sin piel, en rodajas: elegir muslos de pollo es clave, ya que son más jugosos y sabrosos.
- 280 g de champiñones, en rodajas: aportan un delicioso sabor umami y una textura suave.
- 4 cucharadas de mantequilla: aquí es donde la magia comienza, ¡el sabor que aporta la mantequilla es insuperable!
- 4 dientes de ajo picados: añadir ajo es como despertar el alma del plato; le da un aroma irresistible.
- 1 cucharada de harina de trigo: es la base para espesar nuestra deliciosa salsa.
- 240 ml de crema de leche: la crema es la que convierte esta receta en una experiencia realmente cremosa.
- 120 ml de caldo de pollo: conseguir un buen caldo le añade profundidad y sabor al plato.
- 60 g de queso parmesano rallado: el toque final de sabor que hace que tu salsa se eleve.
- 1 taza de espinacas frescas: aportan color y un saludable toque verde.
- Sal al gusto: siempre se puede ajustar al gusto personal.
- Pimienta negra recién molida al gusto: la pimienta le da ese pequeño golpe de sabor que eleva todo.
A mí me encanta agregar hierbas frescas como romero, ¡le da un aroma y sabor increíble al plato!
Pasos para la preparación
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Calentar el aceite: Comienza calentando el aceite de oliva en un sartén grande a fuego medio-alto. Este es un paso fundamental, ya que el aceite caliente sella el pollo y lo mantiene jugoso.
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Cocinar el pollo: Agrega las rodajas de muslos de pollo al sartén. Cocina durante unos minutos por cada lado hasta que estén doradas. Sazona con sal y pimienta al gusto. Este dorado no solo es estético, ¡es pura delicia!
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Reservar el pollo: Una vez dorados, retira los muslos de pollo del sartén y resérvalos en un plato. No apagues el fuego, ¡el sartén todavía tiene buen sabor!
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Cocinar los champiñones: En el mismo sartén, agrega los champiñones en rodajas. Cocina durante unos minutos hasta que estén ligeramente dorados. Aquí es cuando tu cocina empezará a oler increíble. Sazona también con sal y pimienta.
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Retirar los champiñones: Una vez dorados, retira los champiñones del sartén y resérvalos junto al pollo. El fondo del sartén tiene todos esos sabores deliciosos que quedan atrapados, ¡no lo desperdicies!
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Derretir la mantequilla: En el mismo sartén, derrite la mantequilla a fuego medio. Verás cómo se derrite y empieza a burbujear, ¡esto es música para los oídos!
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Agregar el ajo: Agrega el ajo picado y cocina durante 1 minuto hasta que esté fragante. No te alejes, ya que el ajo puede quemarse rápidamente.
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Incorporar la harina: Agrega la harina de trigo y revuelve hasta que esté bien combinada. Esto ayudará a espesar la salsa.
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Agregar los líquidos: Agrega gradualmente la crema de leche, el caldo de pollo y el queso parmesano rallado al sartén, revolviendo continuamente. Querrás obtener una mezcla suave y homogénea.
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Sazonar: Sazona nuevamente con sal y pimienta al gusto. Prueba la salsa; debe ser un placer para el paladar.
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Incorporar las espinacas: Agrega las espinacas frescas al sartén y cocina hasta que se marchiten. Las espinacas no solo aportan color, sino también nutrientes.
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Unir todo: Regresa las rodajas de muslos de pollo dorados y los champiñones en rodajas al sartén. Mezcla todo y cocina hasta que esté bien caliente.
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Servir: Sirve el pollo y las espinacas en salsa cremosa de champiñones caliente y disfruta. Este es el momento en que toda tu familia se reunirá alrededor de la mesa con sonrisas en el rostro.
Por qué me encanta preparar este platillo: Aparte de su sabor delicioso y su aspecto tan atractivo, lo que realmente amo de este Pollo con Espinacas en Salsa Cremosa de Champiñones es que es un platillo reconfortante. Es una de esas recetas que se hace con amor y da frutos en forma de sonrisas. Cada bocado es una explosión de sabores y me encanta compartirlo con mis seres queridos. Es como si este plato tuviera el poder de reunir a la familia, de hacer que cada uno se sienta en casa, incluso en los días más fríos.
Qué necesitarás: En cuanto a herramientas, asegúrate de tener una buena sartén grande, una cuchara de madera o una espátula, y un buen cuchillo para picar. Tener todo listo antes de comenzar a cocinar siempre es un buen consejo, ¡así evitarás correr de un lado a otro!
Consejos para mejores resultados: Si quieres que el pollo tenga una piel más crujiente, intenta secar bien la piel antes de cocinarlo. También puedes darle un ligero golpe de calor al final, pasar el sartén por unos minutos al broiler. ¡Créeme, esos pequeños trucos marcan la diferencia! Además, si sustituyes la crema de leche por una versión ligera, ¡el plato será igual de sabroso pero un poco más ligero!
Sugerencias para servir: Te recomiendo acompañar este platillo con unas papas asadas o puré de papas; son guarniciones que harmonizan perfectamente con la cremosidad del pollo. También un buen pan casero para mojar en la salsa está siempre bienvenido. Y no olvides un vino blanco fresco que haga de tu comida una experiencia aún más deliciosa.
Qué hacer con las sobras: Si te sobra algo, me encanta calentar las sobras en el horno para que no pierdan textura. ¡Es como comerlo recién hecho! Asegúrate de guardar el pollo en un recipiente hermético en el refrigerador; así te durará varios días.
Preguntas Frecuentes: ¿Puedo usar pollo sin hueso? Sí, puedes hacerlo, pero créeme, la versión con hueso tiene mucho más sabor. He probado ambas, y la carne con hueso siempre es más jugosa. El hueso también le aporta un toque más sabroso a la salsa.
¿Puedo sustituir las espinacas? Si no tienes espinacas frescas, puedes usar acelgas o incluso brócoli, aunque el sabor cambiará un poco. Lo importante es que agregues algo verde para mantener el equilibrio.
Conclusión: Este Pollo con Espinacas en Salsa Cremosa de Champiñones se ha convertido en un favorito en mi casa, y estoy emocionada de que lo pruebes. Recuerda que la cocina es un espacio donde se crea amor mediante la comida. Estoy segura de que te encantará tanto como a mí, y que también se convertirá en una deliciosa tradición en tu hogar. ¡Cuéntame cómo te quedó y si tu familia pide repetir, como sucede en mi caso cada vez! Espero que disfrutes tanto como yo de cada bocado. ¡Buen provecho!