Cada vez que preparo este Pollo Broaster Casero, no puedo evitar recordar aquellos domingos familiares en la casa de mi abuela. El aroma del pollo friéndose en su cocina llenaba el aire, y todos nos reuníamos alrededor de la mesa, compartiendo risas y anécdotas mientras disfrutábamos de esa deliciosa comida. Esa sensación de calidez y amor que se siente en esos momentos es algo que siempre llevo en mi corazón. Estoy segura de que, cuando tú lo prepares, sentirás la misma calidez y confort que solo una buena comida casera puede brindar.
Vamos a sumergirnos en la preparación de este platillo que no solo es fácil de hacer, sino que también llena de alegría el hogar.
Cómo preparar Pollo Broaster Casero
Ingredientes:
Para hacer un delicioso Pollo Broaster Casero, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 1 pollo entero cortado en piezas: El corazón de la receta. Puedes usar las partes que más te gusten.
- 2 tazas de harina de trigo: Esta será la base para nuestro empanizado.
- 2 cucharaditas de sal: Para resaltar todos los sabores de los ingredientes.
- 2 cucharaditas de pimienta negra molida: Un toque picante que siempre le viene bien al pollo.
- 2 cucharaditas de paprika: Esta especia le da un hermoso color dorado y un toque ahumado.
- 1 cucharadita de ajo en polvo: Porque todo sabe mejor con ajo.
- 1 cucharadita de cebolla en polvo: Un complemento perfecto para el sabor final.
- 1 cucharadita de tomillo seco: Aporta un aroma irresistible.
- 1 cucharadita de orégano seco: Para esa esencia mediterránea que tanto me gusta.
- 2 huevos: Ayudan a que el empanizado se adhiera mejor.
- 1/4 de taza de leche: Para hacer la mezcla de huevo más cremosa.
- Aceite vegetal para freír: Esencial para obtener una piel crujiente y dorada.
A mí me encanta agregar hierbas frescas como romero, ¡le da un aroma y sabor increíble al plato! Si bien esta receta es deliciosa tal como está, siempre puedes jugar con los ingredientes y ajustarlos a tu gusto.
Pasos para la preparación
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Preparar los ingredientes: Antes de comenzar, asegúrate de tener todos tus ingredientes listos y a mano. Esto hará que todo el proceso sea más fluido y agradable.
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Mezcla los ingredientes secos: En un tazón grande, combina la harina, la sal, la pimienta, la paprika, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el tomillo y el orégano. Verás cómo el aroma comienza a llenar tu cocina.
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Prepara la mezcla de huevo: En otro tazón, bate los huevos junto con la leche hasta que estén bien combinados. Esta mezcla será fundamental para darle ese toque especial al pollo.
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Empanizar el pollo: Toma cada pieza de pollo y sumérgela primero en la mezcla de harina, asegurándote de que esté bien cubierta. Esto es importante para que el empanizado sea crujiente.
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Repetir el proceso: Ahora, sumerge el pollo en la mezcla de huevo y leche. Es por esto que es crucial que cada pieza quede bien cubierta.
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Second coat: Como truco extra, repite el proceso de empanizado, pasando nuevamente las piezas de pollo por la mezcla de harina y luego por la mezcla de huevo y leche. Esto ayudará a que el pollo tenga una capa más gruesa y crujiente.
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Calentar el aceite: Calienta suficiente aceite vegetal en una olla grande o en una freidora a una temperatura de aproximadamente 175-180°C (350-375°F). Es esencial tener la temperatura correcta para obtener un buen dorado.
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Freír el pollo: Fríe las piezas de pollo empanizadas en lotes. Asegúrate de no sobrecargar la olla, ya que esto puede afectar la cocción. Cocina cada pieza durante unos 12-15 minutos, o hasta que estén doradas y cocidas por dentro.
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Retirar y escurrir: Una vez doradas, retira el pollo del aceite y colócalo sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Esto es clave para mantener la textura crujiente.
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Servir: Ahora viene la mejor parte: sirve caliente y disfruta tu pollo broaster casero con tus acompañamientos favoritos, como papas fritas, ensalada o salsas.
Por qué me encanta preparar este platillo:
Preparar Pollo Broaster Casero para mí es más que solo una receta; es una forma de conectar con mis raíces y compartir momentos inolvidables con mi familia. Cada bocado está lleno de sabor y recuerdos que me transportan a aquellos días en la cocina de mi abuela. La simpleza de los ingredientes me recuerda que las mejores comidas son las que se hacen con amor y dedicación.
Qué necesitarás:
Para preparar este delicioso platillo, necesitarás algunas herramientas básicas como:
- Una olla grande o una freidora.
- Tazones para mezclar los ingredientes.
- Una espumadera para sacar el pollo del aceite.
- Papel absorbente para escurrir el exceso de grasa.
¡Y no te olvides de tener a mano tus acompañamientos preferidos!
Consejos para mejores resultados:
Si deseas que la piel de tu pollo sea aún más crujiente, aquí tienes algunos de mis trucos personales. Primero, asegúrate de que la mezcla de harina sea generosa. Segundo, la temperatura del aceite debe ser constante; si baja demasiado, el pollo se pondrá grasoso en lugar de crujiente. Y no olvides escurrir bien el pollo después de freírlo.
Sugerencias para servir:
Acompaña tu Pollo Broaster Casero con unas deliciosas papas fritas crujientes y una ensalada fresca. También me encanta prepararlo con salsas como una mayonesa con ajo o un chimichurri que le da un sabor fresco y vibrante. ¡Tú decides qué acompañamientos te gustan más!
Qué hacer con las sobras:
Una de las cosas que más me gusta de esta receta es que el pollo siempre sabe bueno, incluso como sobras. Para almacenarlas, colócalas en un recipiente hermético en el refrigerador. Cuando las recalientes, te recomiendo usar el horno para que la piel se mantenga crujiente. Créeme, ¡es como comerlo recién hecho!
Preguntas Frecuentes:
¿Puedo usar pollo sin hueso?
Puedes hacerlo, pero créeme, la versión con hueso tiene mucho más sabor. He probado ambas, ¡y la carne con hueso siempre es más jugosa!
¿Qué tipo de aceite es mejor para freír?
El aceite vegetal es genial, pero también puedes usar aceite de canola o girasol. Lo importante es que tenga un alto punto de humeo.
Conclusión:
Este Pollo Broaster Casero se ha convertido en un favorito en mi casa, y estoy emocionada de que lo pruebes. Cada vez que lo preparo, disfruto viendo las caras felices de mi familia al probarlo. Estoy segura de que te encantará tanto como a mí. ¡Cuéntame cómo te quedó y si tu familia pide repetir, como sucede en mi caso cada vez!