Orejas Fritas

Cada vez que preparo estas Orejas Fritas, me recuerdo de los domingos en casa de mi abuela. El aroma de la masa frita llenaba el aire y nos reunía a todos en la cocina, ansiosos por disfrutar de ese dulce tan especial. Las risas y los cuentos familiares eran parte del ritual, y cada bocado era una pequeña explosión de felicidad. Estoy segura de que, cuando tú las prepares, sentirás esa misma calidez y confort que solo un postre hecho en casa puede ofrecer. Las Orejas Fritas no son solo un dulce; son un puente a momentos felices, a tradiciones que se han transmitido de generación en generación.

Cómo preparar Orejas Fritas

Ingredientes:

  • 500 g de harina de trigo (4 tazas): Este es el ingrediente base que le dará estructura a nuestras Orejas Fritas. La harina de trigo es versátil y la encontrarás en casi todas las cocinas.
  • 100 g de azúcar (1/3 de taza y dos cucharadas): El azúcar no solo aporta dulzura, sino que también ayuda a conseguir un hermoso dorado en la masa al freírla.
  • 1 cucharada sopera de levadura química o polvos de hornear: Este ingrediente es crucial, ya que le dará esponjosidad y ligereza a nuestras orejas.
  • 1 pizca de sal: La sal es esencial en casi todas las recetas; realza el sabor y contrarresta la dulzura.
  • 2 huevos grandes: Los huevos son los encargados de unir todos los ingredientes y darle una textura rica y cremosa a la masa.
  • 100 ml de agua (1/3 de taza y dos cucharadas): El agua ayudará a amalgamar los ingredientes y a conseguir la consistencia deseada.
  • 50 ml de anís dulce: Este ingrediente es un toque especial que le aporta un aroma y un sabor único a las Orejas Fritas.
  • 50 g de mantequilla: La mantequilla, derretida, añadirá un delicioso sabor y ayudará a que la masa sea más suave y rica.
  • Ralladura de 1 naranja y 1 limón: Estas ralladuras aportan frescura y un toque cítrico en cada bocado.
  • Harina para la mesa: La necesitaremos para amasar y estirar la masa sin que se pegue.
  • Aceite para freír: Un buen aceite es clave para lograr que las orejas queden doradas y crujientes.
  • Azúcar para espolvorear: Este es el toque final que le da una dulzura extra y un acabado brillante.

A mí me encanta agregar un poco de canela al azúcar espolvoreado, ¡le da un toque diferente que a todos encanta!

Pasos para la preparación

  1. Preparar la masa: En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar, la levadura y la sal. Haz un hueco en el centro con forma de volcán.
  2. Agregar los líquidos: Añade los huevos, el agua, el anís dulce y la mantequilla derretida en el centro del volcán. También añade las ralladuras de naranja y limón.
  3. Amasar la masa: Con tus manos, empieza a mezclar los ingredientes, llevando poco a poco la harina hacia el centro. Amasa hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y obtengas una masa suave.
  4. Reposar la masa: Cubre la masa con un paño y déjala reposar durante unos 30 minutos. Esto ayudará a que la masa se relaje y sea más fácil de trabajar.
  5. Dividir la masa: Una vez reposada, divide la masa en porciones iguales. Esto te permitirá formar bolitas del mismo tamaño.
  6. Estirar la masa: Toma una porción de masa y estírala con un rodillo hasta que quede lo más fina posible. Cuanto más delgada, mejor.
  7. Cortar las orejas: Con un cuchillo o un cortador de pizza, corta la masa en trozos irregulares. Pueden tener la forma que desees; ¡la creatividad es bienvenida!
  8. Calentar el aceite: En una sartén grande, calienta abundante aceite. Asegúrate de que esté bien caliente para que las orejas se frían y no absorban demasiado aceite.
  9. Freír las orejas: Una vez caliente, comienza a freír los trozos de masa poco a poco. Observa cómo se empiezan a inflar y dorar. Asegúrate de voltear rápidamente para que se cocinen de manera uniforme.
  10. Secar y espolvorear: Coloca las orejas fritas en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Justo después de sacarlas, espolvorea generosamente con azúcar.
  11. Disfrutar: ¡Ya tienes tus Orejas Fritas listas! Te invito a que las disfrutes de inmediato, porque ese primer bocado es inolvidable.

Por qué me encanta preparar este platillo

Las Orejas Fritas me traen recuerdos inolvidables, no solo de mi infancia, sino también de esos momentos especiales con mi familia. Cada vez que hago esta receta, siento que estoy recreando esos momentos de felicidad. Además, es un postre fácil y rápido de hacer, que se adapta perfectamente para compartir con amigos y familiares en cualquier ocasión. Las risas, las conversaciones y el aroma en la cocina son parte de lo que hace que este platillo sea tan especial para mí.

Qué necesitarás
Para realizar esta receta, necesitarás algunas herramientas básicas: un bol grande para mezclar, un rodillo para estirar la masa, un cuchillo o cortador para darle forma a las orejas, y una sartén grande para freírlas. No olvides tener a mano un plato con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite. Si esto no te suena complicado, entonces estás en el camino correcto para disfrutar de unas deliciosas Orejas Fritas.

Consejos para mejores resultados
Te recomiendo utilizar un buen aceite para freír, como el aceite de girasol, ya que soporta altas temperaturas y no cambia el sabor del alimento. También, durante la fritura, ajusta la temperatura para que las orejas no se quemen ni se cocinen demasiado rápido. Si observas que empiezan a dorarse enseguida, baja un poco el fuego.

Sugerencias para servir
Puedes acompañar las Orejas Fritas con una taza de chocolate caliente o un café aromático, ambos complementan perfectamente el sabor dulce de este postre. A mí, personalmente, me encanta servirlas con una bola de helado de vainilla. ¡Una combinación que hará que todos pidan más!

Qué hacer con las sobras
Si te sobran algunas Orejas Fritas (cosa que rara vez sucede en mi casa), te aconsejo guardarlas en un recipiente hermético. Para recalentarlas, lo mejor es utilizarlos en el horno a baja temperatura para que queden crujientes como el primer día. Créeme, ¡es como comerlas recién hechas!

Preguntas Frecuentes
¿Puedo usar otro tipo de harina? Sí, aunque la harina de trigo es la ideal, puedes experimentar con harina de arroz si prefieres una versión sin gluten. Sin embargo, la textura y el sabor cambiarán un poco.

¿Las Orejas Fritas se pueden congelar? ¡Claro que sí! Una vez fritas y frías, puedes guardarlas en una bolsa para congelador. Solo asegúrate de separarlas con papel encerado para que no se peguen. Cuando desees comerlas, simplemente recíclalas en el horno.

¿Puedo hacerlas más saludables? Puedes reducir la cantidad de azúcar o usar edulcorantes naturales si prefieres una opción más saludable. Recuerda que esto puede alterar un poco la textura, ¡pero vale la pena intentarlo!

Termino este artículo con el corazón lleno
Estoy emocionada de que pruebes estas Orejas Fritas y espero que te llenen de la misma alegría que a mí. Recuerda que lo especial de cocinar es el amor que le pones a cada ingrediente. Así que, cuando las prepares, piensa en las risas, en los buenos momentos y en lo delicioso que es compartir. ¡Cuéntame cómo te quedó y, si tu familia pide repetir, como sucede en mi casa, no dudes en venir a contarme! ¡Feliz cocina! 🍩✨

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