Atole de Guayaba

Cada vez que preparo este Atole de Guayaba, me recuerda a los domingos en familia. Recuerdo aquellos días fríos donde el viento soplaba fuera de casa, y la calidez que se sentía adentro estaba llena de risas, charlas y, por supuesto, la deliciosa fragancia del atole cocinándose en la estufa. ¡El aroma me transporta a esos momentos! Estoy segura de que, cuando lo prepares, sentirás la misma calidez y confort que me envuelve a mí. Este atole no solo es un platillo, es un viaje a esos días felices, y quiero compartir contigo cada paso para que tú también puedas crear ese recuerdo tan especial.

A medida que comparto esta receta contigo, quiero que te sientas invitada a cocinar en tu propia cocina, como si estuviéramos juntas. Así que, ¡manos a la obra y disfrutemos de esta delicia!

Cómo preparar Atole de Guayaba

Ingredientes:

  • 4 guayabas maduras: Estas frutas frescas son el alma del atole. Su sabor dulce y ligeramente ácido es lo que le da esa esencia única.
  • 4 tazas de agua: Fundamental para cocinar las guayabas y lograr la base de nuestro atole.
  • 1/2 taza de azúcar (o al gusto): La cantidad de azúcar puede ajustarse según tu preferencia. A mí me gusta un toque más dulce, porque me recuerda a las meriendas en casa de mi abuela.
  • 1/2 taza de masa de maíz (harina de maíz nixtamalizado): Este es el ingrediente secreto que aporta esa textura cremosa y espesa que tanto amamos en el atole.
  • Canela en rama (opcional): Añadir canela le da un sabor cálido y especiado, como un abrazo.
  • Leche evaporada o leche de tu elección (opcional, para agregar cremosidad): Un chorrito de leche puede hacer toda la diferencia, aportando ese extra de suavidad.

A mí me encanta añadir un toque de leche evaporada; le da una textura maravillosa. Puedes también usar leche entera si lo prefieres.

Pasos para la preparación

  1. Lavar y preparar las guayabas: Primero, necesitas asegurarte de que tus guayabas estén bien limpias. Lávalas con agua fría y córtalas en trozos. Si prefieres, puedes retirar las semillas, pero no es necesario.

  2. Hervir el agua: En una olla mediana, lleva a ebullición las 4 tazas de agua. Este paso es importante ya que permitirá que las guayabas suelten todo su sabor.

  3. Agregar las guayabas: Una vez que el agua está hirviendo, agrega las guayabas cortadas. Si decides usar canela, este es el momento de añadirla también. Deja que hierva.

  4. Cocinar a fuego lento: Reduce el fuego a medio y cocina las guayabas a fuego lento durante unos 10-15 minutos, o hasta que estén suaves. Te darás cuenta de que tu cocina se empieza a inundar de un aroma delicioso.

  5. Enfriar y licuar: Retira la olla del fuego y deja que la mezcla se enfríe un poco. Una vez tibia, transfiere las guayabas a una licuadora y mezcla hasta obtener un puré suave.

  6. Colar el puré: Es recomendable colar el puré de guayaba para eliminar cualquier trozo o semilla. Esto asegurará que tu atole tenga una textura perfecta.

  7. Disolver la masa de maíz: En otra olla limpia, disuelve la masa de maíz en aproximadamente 1 taza de agua fría. Asegúrate de que no haya grumos, ya que esto puede arruinar la consistencia de nuestro atole.

  8. Mezclar el puré con la masa: Ahora, agrega el puré de guayaba colado a la olla con la masa disuelta y mezcla bien. Este es el momento en que nuestro atole comienza a tomar forma.

  9. Añadir el azúcar: Añade el azúcar al gusto y cocina a fuego medio-bajo. Aquí es donde se empieza a crear una mezcla cremosa. Recuerda revolver constantemente para evitar que se formen grumos. Cocina durante unos 10-15 minutos, o hasta que la mezcla espese ligeramente.

  10. Agregar leche (opcional): Si decides que quieres agregar leche, este es el momento perfecto. Un poco de leche evaporada o la leche de tu elección dará al atole una textura aún más cremososa.

  11. Servir caliente: Una vez que tu atole de guayaba está listo, sírvelo caliente en tazas. ¡Te aseguro que es una experiencia reconfortante!

Por qué me encanta preparar este platillo

Este atole de guayaba es especial para mí porque me transporta a mi infancia. Crecí en un entorno donde los sabores tradicionales eran el día a día. Mi mamá siempre decía que la comida trae recuerdos, y este atole evoca ese cariño y esos momentos compartidos con seres queridos. ¿No te encanta pensar que, cada vez que cocinas, estás creando recuerdos y compartiendo amor con tu familia?

Qué necesitarás: Para preparar este delicioso atole, necesitarás algunas herramientas básicas de cocina. Es útil tener a la mano:

  • Una olla mediana
  • Una licuadora
  • Un colador
  • Una cuchara de madera para revolver

Consejos para mejores resultados: Si quieres un atole más espeso, simplemente cocina un poco más de tiempo y asegúrate de revolver bien. Además, si te animas a probar otros sabores, puedes sustituir las guayabas por otras frutas, como fresas o plátanos. ¡Las posibilidades son infinitas!

Sugerencias para servir: Este atole se puede acompañar con algunos dulces mexicanos, como pan de muerto o conchas. También puedes ofrecer canela en polvo para que cada quien le dé un toque personal a su bebida. ¡Es una delicia!

Qué hacer con las sobras: Si por casualidad te sobra atole, no te preocupes. Puedes almacenarlo en un recipiente hermético en el refrigerador. Cuando lo recalientes, te sugiero que lo hagas a fuego lento en la estufa. De esta manera, no perderá su textura cremosa. A mí me encanta calentar las sobras en el horno para que no pierdan textura, ¡es como comerlo recién hecho!

Preguntas Frecuentes: ¿Puedo usar guayabas congeladas? «Claro que sí, pero la textura puede variar un poco. Las guayabas frescas siempre son más sabrosas, pero en un apuro, las congeladas servirán.»

¿Puedo hacer este atole sin azúcar? «Por supuesto, puedes sustituir el azúcar por edulcorantes naturales como la miel o el agave. Dependerá de tu gusto personal.»

¿Este atole es solo para el desayuno? «No, el atole de guayaba es perfecto en cualquier momento del día. A mí me encanta disfrutarlo como merienda con un dulce.»

Este platillo se ha convertido en un favorito en mi casa, y estoy emocionada de que lo pruebes. Estoy segura de que te encantará tanto como a mí. ¡Cuéntame cómo te quedó y si tu familia pide repetir, como sucede en mi caso cada vez! Te invito a que compartas tus propias historias y recuerdos asociados a este delicioso atole. Cocinar es un acto de amor, y cada vez que prepares este Atole de Guayaba, estarás creando momentos que perdurarán en el tiempo. ¡Disfruta!

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